Una nueva generación

Un inocente niño le conversa
a su almohada en torno a la caricia
susurrante por falta de pericia,
con besos de algodón, nariz inmersa.

Después es ese joven que dispersa
la nube del camino que lo inicia
en la tarea de sentir -novicia-
el ardor del amor y de su fuerza.

Su diseño de cuerpo es un portento
que derriba quimeras obsoletas
con sueño de pasión aún violento.

El mundo es la medida de sus metas
y su razón requiere de un momento
antes de hacer sonar a sus trompetas.



​

 

Me gustó el poema, Sergio. Un gusto pasar, saludos.

 

Pensé en lo que viene y no en lo que estamos. Un beso, Azalea.

 

Vibrantes versos que dibujan ese ímpetu creciente por emprender vuelo querido amigo...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Bien, voy por estrellas.

 

Me hizo sentir nostalgia de esos tiempos. Ha sido una lectura mucho muy grata, compañero Sergio.
Muchas gracias por compartir.

 

Muchas gracias, Nancy.
Cuídate mucho, mucho.
Un beso.

 

Es hermoso tu poema Buenmozo, dulcemente nos
llevas de la mano de ese niño que con tanta perplejidad
se va descubriendo en su sexualidad inminente. Ese abrir
los ojos de la imaginación y los sueños a la realidad. Me
ha encantado tu poema good LUCK, te dejo un beso
cariñoso que se apriete en tus mejillas.

 

Es verdad. Venía muy áspero así que necesité un giro. No sé cuánto durará. Muchas gracias, Rosmery. Un beso.

 

ESTIMADO, Sergio este magnifico soneto, me ha recordado a un niño muy cerca a mi corazón por eso destaco esta estrofa y bueno por el beso también...siempre un lujo leerle y disfrutar de sus letras.

Besos con sabor a libertad,