Aro quisiera ser.

Muchas gracias, Carlos. Los mismos para ti.

 

Gracias, Amadís. Todo un detalle por tu parte.

Mi abrazo también.

 

Gracias, Paco; no sé si geometría o asimetría, pero, sí, algo de amor curvo lleva este soneto en sus versos.

Un abrazo.

 

Me da la impresión que la dama te hizo la cobra, parece que así lo describes, romántico y bello soneto, felicidades, abrazos.
Miguel.

 

¿La cobra? Bueno, lo ha intentado pero de momento no me ha clavado sus colmillos.
Ya me dirás lo que quieres decir.

Un abrazo, Miguel.

 

Debí suponerlo, Sergio. Esto del Covid me tiene torpe.

Gracias. Un abrazo

 

Bueno quizás es que soy demasiado suspicaz, pero como dices que la dama esquivó tu aliento..., "de tu boca de hiel, seca y oscura
cuando esquivas mi aliento en tu costado".

 

Puede ser que mi ansiolítico aliento le haya producido un efecto narcótico que le haya impedido la mordedura letal, que todo es posible en la naturaleza de las cobras.
No le des más vueltas, las cobras, es lo que tienen.

 

A todos. Otro abrazo, Vicente.

 

Muchas gracias, querida amiga.


El mismo para ti de vuelta y misma intensidad.

 

Con aro o sin aro, creo que quieres decir pendiente?,
Te deseo feliz feliz día del padre

 

Bellísimo poema!!! El tiempo siempre será tirano con los amantes, y más con aquellos que por alguna razón se encuentran enojados. Pero solo es cuestión de intentar el regreso, para que el sol vuelva a brillar en ambos corazones. Exquisitos versos Vicente, saludos Daniel

 

¿Pendiente? No se me había ocurrido. No, verás, resulta que a mí siempre me ha fascinado ese pequeño círculo que separa las dos partes de una mujer: la cintura. Tiene algo de avispa perversa y mucha carga de sutil erotismo.
Justo lo contrario de la camarera de la famosa carátula del album donde aparece el tema que incluyo en el soneto.

Gracias por felicitar mi paternidad.

Besos.

 

Me parece un soneto extraordinario. El dominio absoluto de la forma se hace patente cuando esta solo adorna, armoniza y embellece el discurso; discurso que luce pleno de coherencia y rebosante de poesía por los cuatro costados.
Un verdadero lujo arribar a su excelente poesía.
Saludos.

 

Nunca sabremos sobe la marcha si el tiempo nos será favorable en las cuitas del amor o por el contrario un verdadero calvario. Yo, prefiero ni siquera considerarlo de antemano. Que vaya fluyendo a ver qué pasa.

Gracias, Daniel. Un abrazo.

 

Tremendo!!. Un placer leer este soneto, abrazo

 

Excelente soneto, querido Vicente, con esa referencia intertextual con Neruda de su poema 20, algún compañero lo ha señalado antes que yo. Perfectamente encajada en un verso de remate extraordinario.
Un fuerte abrazo y gracias por compartir este arte tuyo.
Salvador.

Não posso esquecer o teu olhar...!

 

Não posso esquecer o teu olhar...!

¿Mi mirada? Solo inquisitiva.



Sugerente ¿no? Homenaje a Antonio Carlos Jobim. Muchas gracias, amigo. Mi abrazo

Gracias, Salvador.

 

Hola Vicente: Me gustó mucho cómo imágenes y mensaje logran una impecable contundencia, excelente armazón entre forma y mensaje. Saludos.

 

Es posible que sea como tú dices, Daniel. En cualquier caso. siempre nos quedará el recurso de la perseverancia.

Muchas gracias por tu presencia. Un abrazo.

 

Lo que es un verdadero lujo, Luis, es tu generoso comentario. Muchas gracias.

Otros tantos para ti.

 

Muchas gracias, José Rodolfo. Estimulante comentario.

Otro para ti.

 

Quisiera serlo todo en tu desvelo, un verso enamorado por cierto. Un beso en la mejilla.

 

Muchas gracias, poeta. Mis saludos para ti.

 

Bello poema, con un cierre que se queda en los ojos. Ese amor esquivo que nos hunde en la oscuridad. Un gusto.

 

Sí que lo es, Catia. Tu beso será siempre bienvenido, caiga donde caiga.

Otro para ti.

 

Muchas gracias, Dvaldés. El amor tiene esos vaivenes y es caprichoso el azar.

Un abrazo.

 

Me ha gustado mucho este soneto, estimado Vicente, con ese regusto clásico de la retórica en la anáfora del «quisiera ser», y la lograda enumeración del primer terceto.
Creo que sí, que hay estados de enamoramiento en los que envidiamos a los objetos por su relación con el ser amado, querríamos estar en cada detalle de su universo.

Bss.
Jorge

 

La enumeración le suele sobrevenir al poeta en trance de confusión terminológica o en clave de emociones encontradas y difusas. O eso creo.
Sí, esa repetición anafórica es una pirueta retórica en la que siempre me ha gustado columpiarme.
Mi sincera gratitud, Jorge, por la favorable acogida que dispensas a este soneto desiderativo.

Un abrazo.
Vicente.

 

¿La cobra? Bueno, lo ha intentado pero de momento no me ha clavado sus colmillos.
Ya me dirás lo que quieres decir.

Un abrazo, Miguel.

La verdad, Niño Grande, sigo sin entender muy bien lo que quieres decir. Pero da igual, lo importante es la rosa. Jejeje.


Por supuesto, sin espinas ni venenos de áspid traicionera.

Mi abrazo.