Viajes al centro del olvido

Desde
la cima
del
acantilado
soy
inmortal



Veo
y casi
toco
gaviotas
de cristal



El viento
la mar
los brillos
en
su inmensidad



Gigante
azul
descosido
de espumas
en tu piel rota



Oleajes
con el ritmo
del sentido
musical
esperado de una lira



Vientos mediterráneos
alma
cántabra
piel
de Madrid.





Máximo Guijarro Moreno 1968 Madrid España

 

Bella obra. Acercarse a la orilla de los acantilados ha de ser maravilloso si no temes caer al vacío. Grato leerte. Saludos cordiales.

 

Un poco todo ello, tú en el mar que intenta domesticar el viento, en la gaviota que se agita sobre él, la música de la ola en las orillas que va poniendo cristales de líquido en la piel. Gracias siempre por tu poesía, saludos desde San Fernando.

 

El mar nos envuelve, seduce nuestros ojos, sus misterios, sus historias; sus vidas pasadas y las pasadas vidas sobre de él.

El Mediterráneo, lo recuerdo como ayer, sus culturas a cada orilla, diferentes entre sí, y si ves a la niña, a Cádiz, se parece tanto a sí.

 

Gracias por los likes y la visita