En el ocaso

En el ocaso

Cae pesadamente la tarde
sobre la necropolis.
Tentáculos de bruma la envuelven,
sus ventosas se adhiere a su piel​

haciéndola arder.​

Sube a su garganta un grito de horror​

que la ahoga...
el oxigeno de sus pulmones
escapa raudamente.
Bajo sus pies un crujido
y la tierra se abre...
una lengua de fuego sale de las fauces.
En viscosos segundos
la bruma se desvanece y cae en el istmo.
La dantesca tierra la engulle.​

 

Ohhhhh!!!!!!



Saludos literarios

 

Gracias Nube por tu visita, la mente es terrible muchas veces... mis saludos cordiales para vos.

 

Potentes e inquietantes imágenes trae la escena de tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Ya nuestra madre cada vez más fuerte expresa su irritación por como la tratamos y destrabamos, de a poco abre su vientre envenenado y engulle todo a su paso, con toda razón, aunque la mayoría de nosotros sigamos impávidos sin hacer nada. Magníficas y profundas imágenes para un poema muy realista y tristemente hermoso, saludos Daniel

 

Muchas gracias amiga Nancy, gracias por estar y por tus comentarios. Los vaivenes de la vida a veces nos hace pensar que los problemas nos tienen atrapados para siempre y no es así, y nos queda ese sentimiento, dolor o mal recuerdo que hay que olvidar para sanar. Un gran abrazo y miles de sonrisas.

 

Muchas gracias poeta por tu visita y tu comentario muy apreciado. Mis saludos mas cordiales.

 

Muchas gracias Rosmary por tu visita y tu apreciado comentario. Me alegro muchísimo que te guste mi obra. Un gran abrazo y miles de sonrisas.

 

Muchas gracias maestro Luzyabsenta por la lectura y el comentario dedicado. Me alegra que te guste el poema. Un gran abrazo con sonrisas.