Valle dolorosamente dormido

En el filo agónico de la tarde
me encontré con la ciudad vestida de mujer
su voz de claxon imperioso dijo:
me atragantaré de tu carne

Ya no te quiero ciudad
eres una mujer que duele
hechizan tus lascivas
caderas de concreto
el neón de tus labios

En el palacio del humo interminable
el rocío gime sobre el amarillo pasto
bajo una corona de smog
asoma tímida la aurora

Sentado en mi desvencijada silla
veo la polilla del tiempo invadir mi asiento
pero a la tarde aún le crecen alas y trinos
en los cables de luz tiemblan los miedos de la ciudad

 

Sus poemas ESTIMADO poeta de mi tierra, tienen ese "algo" que atrapa al lector desde el primer verso,
encantada de dejar mi aprecio en un abrazo Regio desde este lado del charco,

 

Gracias, si lo permites, Guadalupe Cisne.