Memorias de una luna llena

Y respiro,
sí, respiro,
mas solo para comprobar la efímera
longitud de mi existencia.
Ya mi ser hecho añicos
por culpa de una luna sublime, que
prometió aparecer en su blancura y nunca
pude observar ni el más fino rasgo
de blanco cristal;
solo noche, solo negro.

Nunca supe si eran las nubes las que tapaban el triste
reflejo de mi otra existencia,
nunca supe si fue el sol que con su brillo
eliminaba la otra parte de mi,
o si la noche en su atroz negrura
devoró, vil, lo que quedaba
de aquellos ojos divinos. ​

 

muy lindo, sigue escbiendo y nunca pierdas el gusto por hacerlo, vas por muy buen camino...
Angie

 

gracias! te agradezco tu comentario!!