A media luz

Yo no pretendo comerme el mundo.
Tentempié que, solo, me aleja de tu lado.

Encontrarme como el tiempo, detenido.
Y sentirme como el aire, arrebatado.
Y romper como las olas, en lamentos.
Y morir, como pájaro enjaulado.

Yo no conozco el camino,
ni como lograremos caminarlo.
¿Y si es la vida la que nos pasa?
¿Y si el camino nos va andando?

Tal vez NO sean las piernas,
tal vez Sí el corazón en calma,
y sean sus sendas internas.

Y sea el destino del alma,
agudizando los sentidos,
en penumbra recorrerlas.

Yo, tu primitiva llama.
Tú, mi avanzada linterna.

 

Bellísimos versos, llenos de esa dulzura que realmente conmueve, compañero.
Cordialmente:

 

Qué bueno que estes de regreso con este profundo y dulce poema de amor.

Cariños compañero de letras.

Saludos desde mi orilla marina.

Felíz noche!!

 

Muchas gracias, amigo Iván. Me alegra que te guste. Regresar, de nuevo, al portal y volver a interactuar, a aprender, a conversar.
Un abrazo, compañero.

 

Yo también me alegro mucho de volver a volver, Pincoya. Y de retomar el contacto con los amigos. Muchas gracias por tus cariñosas palabras y un fuerte abrazo desde mi montaña.

 

Que bueno llegar a casa...
Todo cobra de nuevo sentido.
Leeros, aprender, escribir...
Ruborizarme con semejante cumplido.

Un fuerte abrazo, Luzyabsenta.