Recibe este anillo

¿Has girado en la mesa nuestro anillo?
¿Borrado el nombre en su interior grabado?
¿o querido aplastar con un martillo
aquel inconfesable y vil pecado?

¿Has pensado fundir aquel metal?
¿pasarlo por banal o por fortuito?
¿ o confundir un hecho tan fatal
con un burdo espectáculo gratuito?

¿Qué torcidas figuras hoy te evocan
la inmadura promesa no cumplida
entre campanas que jamás te tocan
y esa pueril imagen bendecida?

Extraño es el destino, por homónimo,
como fase lunar lenticular,
arriba el mal presagio en un sinónimo
que en tu dedo coincide el anular.

Entre cientos de objetos, archivado,
incierto es el presente y porvenir.
Sepultado, engrosando tu pasado,
transformado en un mero suvenir,

En cambio, para mí parece ayer.
Tus manos llenas junto con las mías
y yo, mientras, negándome a saber
lo mismo que hace tiempo tú sabías,

Aferrado a estos símbolos malignos
estoy vagando por la eternidad.
Son, por los siglos de los siglos, signos
de esta maldita y cruel fidelidad.
​

 

Éste tiene la gracia de que está reconvertido a partir de las rimas, que conservé, y el ajuste de todo el entuerto interno.
Muchas gracias, Gigio.
Un abrazo.