Siempre que miro el fondo de mi vaso el alcohol sueña

Qué peces humanos nadan desnudos. Hay un mar ambarino
que nunca tiene olas, hay dormitorios de anís en los párpados
de cristal, hay glóbulos sin nombre que se arriman a los labios
lo mismo que sanguijuelas rojas. El reloj vive allí, en los reflejos
de la luz, la mariposa esconde su virgo en la geografía del dulzor,
sueño con duendes y lenguas en ascuas cuando el trago viaja
desde el lago amarillo hasta la fiesta del oasis, lianas invisibles
que arrojan viernes en mi sed. El mapamundi líquido me llena
de infinitud, de lo cósmico al microbio, de los metros cuadrados
a la lujuria de las estrellas. Me quema el aliento de este dragón
tan parecido a mí, sangre mía de las noches en guardia, almíbar
donde mi corazón se vuelve dulce y te puebla y te pinta, sin alas.

 

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Sueño beodo en la sangre que extraña. Tal vez sin saberlo, Edgar Allan Poe, como tantos otros poetas del ajenjo, buscaron esa luz de esmeralda, ese otro dragón que en este poema es tu espejo, rostro; que nos mira desde un viernes, ya en el exilio, desde el otro lado de la calle, sin nombre.

Me encanto el poema.

Un cordial saludo desde Mendoza.

 

Bellisimo poema Penabad. Tus letras se sumergen en un mundo ambarino de sensaciones y efluvios que cobijan. Fue un placer leer tu obra. Mis saludos más cordiales.

 

Gracias, Gustavo, por leer y dejar tu comentario. Me alegra que te haya gustado este poema. Un abrazo.

 

Gracias, MASTER LY, por leer y por el amable comentario. Un saludo cordial.

 

Gracias, LUZYABSENTA, por las palabras que dejas. Un abrazo.

 

Que excelente poema, amigo Penaba, es de una belleza mágica, todos esos paisajes que rondan en torno a ese placer de licor de fin de semana. Un placer la lectura, enhorabuena! Saludos.

 

Qué placer leerte ,mis aplausos. Saludos

 

Gracias, Tribuzen, por leer y comentar. Me alegra que te haya gustado este poema. Un saludo cordial.

 

Gracias, Luzmila. Un abrazo.

 

Versos ambivalentes, oscuros y claros con excelentes metáforas e imágenes, un verdadero placer de lectura. Vaya un saludo para usted.

 

Gracias, Manfred, por leer y comentar. Un saludo cordial.