Adoraba lo satànico

lo vampìrico
lo luciferino
lo demonìaco
lo infernal
lo diabòlico
lo demonìaco
el mal absoluto o relativo
lo satànico
lo romàntico en definitiva
decimonònico
extensamente byroniano
pues era joven y estaba plenamente fascinado por ello
como si supiera exactamente de què se trataba
màs allà de ciertos rituales nocturnos
en determinados espacios bailables y o musicales
en los que los parroquianos desenvuelven sus habilidades danzantes y rotativas
o rotatorias
para goce y esplendor de los espectadores
quienes parados al borde de la pista contemplan la escena orgìaca o extàtica

adoraba la sangre
menstrual o no
como si se tratara del joven conde dràcula
cuyo hijo era protagonista de varios cuentos verdes
narrados oralmente
los sàbados a la noche
en un verdadero festìn sangriento y cinematogràfico
narrado alrededor del fuego
o en la habitaciòn de los padres
en semicìrculo
alrededor del aparato de televisiòn
en blanco y negro
pero con los pelos de punta
y la piel de gallina
a causa del miedo
ya no podìa dormir bien:
tenìa arduas y vastas pesadillas
en las que desarrollaba sus estructuras extrañamente paranoideas
y no pegaba un ojo en toda la noche, pobrecito

esto solìa suceder en villa gesell
allà por los 70
y la mar en coche
en medio de la arena
repleta de conchillas y otros moluscos

 

Recuerdos en blanco y negro. Maldiciones cinematográficas aderezadas con algún desnudo poco original, para deleite del personal masculino.
Teníamos la mente demasiada fungible y maleable por entonces...y de vez en cuando todavía es así.
felicitaciones.
Un abrazo

 

Poeta que agrabale es leerle en esto género,
mis respetos en un abrazo en el rojo