Cisnes y domingo por la tarde

​

Cisnes embelleciendo el lago.
Trémulos, discretos, flores de agua.
Tarde lenta entre soledad de los domingos
de​

Cisnes al desnudo disfrazando niños y avenidas
(¡Quién fuera pintor de poesías!).
La mentira de un parque, las risas, los latidos
Blancos y negros, las alas recogidas, dobles en el lago incierto…
Las nubes y el sol frío cisnes
de muestra protegida. ​

No sé. No sé cómo sobrevivieron al cambio cultural
al hambre de las gentes
al derrumbe de lo poco, de lo nunca
Aves del Partenón
rodeadas de codicia, indolencia y balaceras
(tiempo ha que los peces fallecieron).
Cisnes de las tres de la mañana y extranjeros. ​

Yo me quedo, sin pan ya,
a sangrar la tarde del domingo plaza a plaza,
gráciles pájaros de cielo.


​

César y los cisnes, febrero frío. 2021​

 

No te puedo decir los verdaderos detonantes que me inspiraron este poema porque no es este el foro apropiado para hacerlo. Además, era la tristeza el principal sentimiento que me embargaba cuando veía aquellos cisnes (no los de la buena foto que puse) sino los que vi de verdad en un parque cualquiera de Caracas, en una tarde dominical cualquiera.

Temo por ellos, ¿sabes? Estamos llegando a niveles inusitados de vileza.

No tienes idea del agradecimiento que siento por ti, por acompañarme con tu lectura y tu solidario comentario. Todo lo bueno para ti, hermosa.

 

Muchas gracias, hermano. ¿Cómo va todo? Un saludo grande hasta donde estés.

 

Muchas gracias, Maestro. Reciba un saludo cordial desde este rinconcito del mundo.

 

Yo quiero un lago con cisnes para mis años de vejez.

Gracias por venir a ver mi corazón.