Parque fantástico

Pablo caminaba alrededor de la plaza de su barrio cuando recordó la charla que tuvo hace unos días con su médico. El clínico en varias oportunidades le sugirió hacerse de una rutina aeróbica debido a su avanzado colesterol. Atenuar el sedentarismo provocado por su trabajo de taxista, evitar el estrés obviando las discusiones de política y lo más importante bajar progresivamente el consumo de whisky y tabaco. Que la verdad no ayudaba para nada a su status actual.

El profesional dijo que no era necesario ir a un gimnasio, por ahora solo caminata y bajar sus adicciones en lo posible. Sorprendió a Pablo la rara recomendación de poner la mente en blanco cuando empiece la marcha, olvidarse de todo y dejarse llevar por la imaginación.

Pablo se vio en la necesidad de preguntarle si no debería tomar nada.

Una vez más volvió a aquel momento a través de su memoria refleja… fue cuando le pareció sentir en los hombros la palmada del profesional que con una sonrisa cómplice le dijo:

¡Con eso vas a andar bien!!!


Aquella mañana se había prometido caminar sin dirección y que su cuerpo resuelva por donde deambular como el doctor le había sugerido. Todavía no había conseguido dejarse llevar por la imaginación, ya que siempre fue un tipo con los pies sobre la tierra y eso de andar fantaseando era cosa de vagos, o de artistas frustrados que tenían tiempo para las boludeces.

Luego de un momento de marcha percibió varios flashes intermitentes en su cabeza que lo sorprendieron. El paisaje parecía transformarse en algo así como una animación fantástica, todo se había sonrosado en el horizonte, verdaderamente tenía la sensación de ser parte de un comic o algo por el estilo.

Continuó con la experiencia como si no pasara nada, a sus costados todo parecía suceder a velocidades impredecibles para su lógica visual.

Mientras su cuerpo avanzaba por aquel parque fantástico las caras de los transeúntes iban desapareciendo unas tras otras. Sus cabezas se habían convertido en redondas portezuelas transparentes. Por donde Pablo podía ver el verde nihilizador del vacío. Quedó impactado inmediatamente después de lo vivido, una supuesta sensación de alegría que en segundos lo abrumó vorazmente.

En otras cabezas las puertas lo invitaban a descubrir la entrada a diferentes mundos extraordinarios. Decidió observar detenidamente pudo descubrir un día perfecto, de pronto los edificios comenzaban a derretirse consecutivamente.

Una voz familiar metida en su mente comenzaba a hablarle en off diciendo:

La mente se enfoca en ocasiones sin definir hacia donde se dirige, percibe que no es suficiente la retransmisión invisible de un fragmento analizado con antelación por el subconsciente. Es entonces que deja un vestigio automático reproducido por su mirada orgánica que ha dejado obsoleto un pensamiento que con el tiempo será diluido por la memoria.

Y terminó diciendo:

Después del paraíso volverán las sombras escondidas detrás de las sonrisas.

¡Cuando llegó a su casa prometió no volver a fumar ni a tomar whisky!!!

 

Es un tema vital ideal para mi agenda, me alegra haberlo leído, saludos. DESIRE

 

Gracias por tu paso Desire Sole!!!