Don Friolera y sus cuernos

Será que abundan las doñas Loretas, querido Vicente, en la diversidad de las especies... Simpático romance.

abrazo
Jorge

 

Excelente y divertido romance.
Cuentan que hay tres formas de aguantar unos cuernos:
1. Que el susodicho no se entere y vive feliz.
2. Si te enteras que no te importe.
3. Que te ayuden a vivir.
También dicen que la víctima es la última que se entera.
Un abrazo muy cordial.
Miguel

 

Muy bueno, amigo Vicente. Me ha hecho sonreír y eso es difícil de conseguir en un andaluz, que estamos acostumbrados a escuchar chistes todo el día. Yo me sé un par de cosas sobre los cuernos: Bienaventurados los vikingos porque tienen los cuernos postizos y un chiste: Va uno al médico y le dice: -doctor, mi mujer me pone los cuernos pero no me salen, a lo que el galeno le contesta. -bueno, no tienen que salirle, eso es un decir y el hombre le responde: -no sabe usted el peso que me quita de encima, yo creía que era falta de calcio.
Un fuerte abrazo.

 

Muy divertido, y cierto que no sólo de los animales son patrimonio esos atributos. Me recordó un curandero que en la Cuba de los años 50 daba remedios por radio a los crédulos oyentes improvisando versos, y hubo de recomendar a un quejoso de traición amorosa:
Pon tu pensamiento en mi
y sobre el radio un serrucho,
que si los tarros son muchos
te los corto desde aquí.

 

Quizá el vecino destaque en el reino de los cornudos como la especie de mayor protuberancia y belleza.
Acá en Venezuela se dice coloquialmente: "Los cachos no duelen, lo que duele es el chalequeo" refiriéndose a las burlas a que somos sometidos una vez expuestos los hechos. Digo "somos" dando la oportunidad bíblica de lanzar la primera piedra a quien se considere libre de este pecado.
Genial estimado poeta
Saludos