La carroña

La carroña

Después de la fulgurante cena
que los halcones han compartido;
los buitres, sedientos de carroña,
toman poseción de lo que les corresponde...

Así los corazones son devorados
como cadáveres enamorados
de una muerte prematura.

Así el dolor se alimenta
de jugosos bocados de vida;
dejando únicamente

los huesos desquebrajados
con pedacitos de carne sucia
a la carroñera soledad.​

 

Si es verdad, el alma se pudre
y la carne también y ahí es cuando aparecen los
carroñeros...

Un abrazo y gracias por pasar

Leonel.

 

Si el viento cambia y algo ya se otea en el horizonte, los gusanos de la carrona se comerán los buitres.

 

Todo es posible en esta dimensión de materia presta a morir,
todo es posible cuando la carne está en juego.
De nuevo gracias por pasar...

Leonel.