Mujer ofrenda

MUJER OFRENDA



Céfiro turquesa y mar

redondea la ermita y pule

la palabra que no nace.



Céfiro de la mar sonora

tan turquesa como el ojo

que respira doncellez.



La ermita bóveda y nido

reflejo de apenas nube

sobre lentiscos y jaras.



Pasión oculta entre rocas

que avizoran lejanías

senos abiertos a los tactos

de lujurias inocentes

de incandescentes libélulas.



Mujer ofrenda madura

ánfora de aguas lustrales

hilván de olas y espuma.



En tu baño matutino

te recreas como cántico de alondra

ondeas tu cabellera de trigos

hecha de manos que enlazan

a tus amantes atónitos

como oración o misterio.



Mujer o pálpito o eco

de tu vientre nace el mar

en cuyo fondo yo yazgo.






Ilust.: Dorothea Tanning.- "On Avalon"

 

Hola, Cecilya: ¡Qué emocionante tu comentario! En estos tiempos impíos, de adoraciones a falsos dioses espurios, la figura de la mujer merece, qué digo merece, necesita ser ensalzada como esa diosa encarnada que el varón precisa para desprenderse de los barros que aún le cubren. Muy agradecido por tus tan bellas palabras.
miguel

 

Hola Tribu, mi muy dilecto lector: A veces la lectura de tus versos me sugiere nuevos marcos para mis versos. La mujer es uno de ellos, y desde luego muy importante. Quiero decir que en cierto modo eres responsable indirecto de este poema. Muy agradecido, amigo mío. Abrazos,
miguel

 

Muchas gracias, Fabiola, por tu reconocimiento a estos versos míos. Me alegra mucho que tus encuentros con ellos te ofrezca bellos momentos. Es un enorme placer para mí. Un especial abrazo,
miguel

 

Hasta cuando quieras, fabiolaselene. Siempre serás bien recibida.
miguel

 

Seguro que hay una posibilidad para que la adoracion a la figura femenina sea esa
seduccion unica que se merece. la ensoñacion pervive, su ideal son emociones cuando
comprendemos que ella debe de ser origen de bonanza entregada. bellissimo.
saludos amables de luzyabsenta