¿López, domó la pandemia?

“Su mesianismo me apremia . . .”

López necesita, urgente,
otro asesor que lo oriente,
lo rebasó la pandemia
no ve que la cosa es seria.

¿Qué le pasa, qué se siente?,
se equivoca, luego miente,
en la plena contingencia
no ha actuado con atingencia.

Recuerdo que, en un principio,
recomendaba sin juicio:
“abrácense, coman juntos”,
¿nos vislumbraba difuntos?

Con seriedad no asume
la situación, mas, presume:
que “administró la pandemia”,
¿su cerebro tiene anemia?

Que “ya domó la pandemia”,
su mesianismo me apremia,
que “ya se aplanó la curva”,
tal parece que se burla.

Los contagios no decrecen,
las cifras al alza crecen,
este peje no escarmienta
la mortandad solo aumenta.

Registro ficticio, falso,
¿qué se cree este pelmazo?,
la enfermedad no respeta,
se mofa, la mera neta.

Habla de éxito el ingrato,
¿por qué no se calla un rato?,
que se ponga “tapaboca”
para que cierre la boca.

Predica sin un reposo,
su “triunfalismo” es odioso,
“ve luz al final del túnel”,
¿será que se siente inmune?

Él, confía en sus estampitas,
moral, conciencia, benditas,
sus dos dólares, billete,
que ha exhibido en el templete.

La gente, como si nada,
piensa que no pasa nada,
el pueblo no guarda casa,
aunque es “sabio” se relaja.

Crece mi inquietud, mi espanto,
el inepto, mientras tanto,
ya preparó sin piedad
la “nueva normalidad”.

Puras alucinaciones
sin pruebas, sin mediciones,
no es “nueva normalidad”
es “nueva mortalidad”.

El virus cambia de fases,
López, tiene sus desfaces,
sigue presto en su campaña
no se le quita la maña.

Vuelve a hablar de la esperanza,
impera desesperanza,
en sus fallas nunca mengua
debería domar su lengua.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 19 de mayo del 2020
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

 

Buenos días
Unas bellas letras se ponen en mi camino
Gracias por compartirlas
Un saludo

 

Hola, fabiolaselene, que gusto en saludarla. Gracias, que amable. Cuando escribí estos versos, apenas se contabilizaban 10.000 muertos. Lamentablemente, esta negligencia de "gobierno" (a 1 año transcurrido), nos está costando ya 220.000 fallecidos por covid. Para llorar, pero, aquí en México ya nos acostumbramos, ya nadie deplora nada. Tristes saludos, pero muy afectuosos.