Mi diario-En vela

En vela

Ya de madrugada el calor aprieta y es más difícil conciliar el sueño.

El aire acondicionado no me gusta, prefiero refrescarme con cosas frescas o bebiendo líquido.

He tenido una noche muy movida y mi duendecillo no paraba de exigirme teta y entre el calor y él, que no dejaba de exprimirme, apenas he dormido y esta mañana parecía un zombi,

Me he dado una ducha fresquita y he salido a pasear con él colgado.

Él más feliz que una codorniz y a mi me pesaban los pies en cada paso que avanzaba.

He ido por una senda cercana a casa, llena de encinas viejas que daban sombra al camino.

He hecho dos paradas y al cobijo de sus ramas, el peque tomaba su toma y yo me refrescaba con limonada que me había preparado para beber. No quería cerrar los ojos, pues sabía que me quedaría dormida.

Al trascurrir el tiempo, me he ido espabilando y ahora aunque cansada estoy mejor.

El peque durmiendo su siesta matutina y yo por aquí leyendo y escribiendo mi diario personal.

Techuaym (mío)

 

Hermoso relato!!! Toda mamá pasa por esa etapa de no poder dormir porque los duendes se desvelan o tienen hambre, o les duele algo. En verdad admiro a todas las mujeres que tienen la responsabilidad de traernos al mundo y luego cobijarnos con toda la responsabilidad que conlleva un hijo. Felicitaciones Fabiola por tu profunda y bellisima prosa si se sabe leer más allá de las lineas, saludos Daniel

 

"(É)l más feliz que una codorniz y a (mí) me pesaban los pies en cada paso que avanzaba.

Ese él y ese mí llevan acento.

Tierno relato, bonito.

Saludos cordiales.

 

Aún recuerdo las noches de mis hijas recién nacidas. Yo las daba biberón y cambio de pañales para que su madre pudiese descansar un rato. Pero...¡qué felicidad! no cambiaría esos días por nada del mundo.
Un bello relato Fabiola, que me ha llevado unos cuantos años atrás en el recuerdo. Gracias por tus letras, son muy refrescantes. Un besazo.