Soy el pecado.

Coneja arbitraria, la mente,
se escurre en agujeros,
vertientes cerebrales,
neurogénesis.
Tribulación en la carne,
conspiración de cuerpos
que se acicalan
con lenguas de fuego,
acariciando los miembros erectos
con mi amor castrado.

Intento inculcar en ti
algo más que lo inverso.

Provocación,
suspira la mente superior,
divaga en el credo de los credos
para develar el secreto de la tumba
de la asunción al cielo de nuestro amor.

Así es como todo comienza...
Visiones en las letras de poesía pagana,
demostraciones del yo superior.
Super yo siniestro
conspira a nuestro favor.

Surgen estelas de luz
en medio de la destrucción,
nebulosas.
Sucio... Soy el pecado,
y sin embargo
a veces,
mi hecatombe,
es supernova.

 

otra version del pecador y la Bella...

 

Hasta me fui a ver el origen etimológico y el (o los) significado(s) de la palabra "Pecado", pues la tenía un tanto oxidada.

Lo que cuesta tragar, y no de tu poema, sino de la vida y de la gente que se las da de virtuosa, es que sea tachado como pecado aquello que vivifica.

La luz apenas surge a la distancia de muchas vidas entre sí, Poeta. Por más que veamos "muchas" estrellas, son apenas puntitos en un universo con demasiados vacíos y frío. Lo que captamos es un pequeño compendio de una gran inmensidad. Por eso, si has encontrado luz en algo o en alguien, felicítate a ti misma: ni el oro total del universo es tan valioso.

Allá los/as pacatos/as que te hablen de pecado. Más pecado es tratar de frustrar la felicidad del projimo... Ni que fuera tan facil ser feliz.