velocidad de la luz

tú
yo

te puse la mano
en el hombro
cuando te ibas
a bajar del coche

yo
tú

dudaste diez segundos
antes de romper el contacto
y salir para siempre
quedándote de pie
junto a la ventanilla

por si había
algo más que decir

diez segundos duran algo más a la velocidad de la luz
(que era la de mi desesperación) siendo por ello bastantes
para separar no solo a dos seres sino también
la vida de cada uno de ellos en un antes y un después

no me temblaba la mano

aún te quema la espalda

 

las despedidas, no berengario. pero, ¿son un antes y un después? o simplemente, el simple transitar, la simple naturaleza de la órbita de dos objetos espaciales cuyas trayectorias se cruzan momentáneamente.

como sea que sean, sea que nos marquen de por vida, o sean uno más entre los miles de millones de eventos cósmicos que aparecen en la noche espacial... es jodido.

bello poema bróder. salud.

 

MAESTRO José Luis, estaba pensando sobre este tema hace unos días y pensé en cómo esas despedidas nos marcan, nos queman, nos deja con esa herida para toda la vida. Que magnifico poema nos regalas, imágenes con las que nos podemos relacionar, pocas veces nos dejas estas joyas me alegra que hoy lo hayas hecho...

Uffff en fin, tu historia ha sacado emociones y diculpas por lo de Paz, lo cambié

Besos de uva TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO

 

Hay despedidas y despedidas. Cuando hay un interés, duelen. Gracias por tu comentario.

 

Paz era un burgués metido a intelectual, con un montón de dinero que lo protegía de sus propias opiniones. Pero te puede gustar como poeta.

 

Un muy sensible ejercicio de vislumbrar las líneas múltiples del tiempo...
Un gusto volver a leerte querido amigo... te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Escribo poco, pero con lectores tan cariñosos, creo que me voy a animar. Según la física, a velocidades cercanas a la luz, el tiempo casi se detiene. Para mí esos segundos se me hicieron eternos porque estaba enamorado, que es como decir que mi corazón iba casi a la velocidad de la luz. Ahora es todo distinto porque ha pasado ese otro bendito tiempo que todo lo cura. Gracias por tu amable comentario.

 

Esta lectura me recuerda que los instantes no se miden con cronómetro, sino con la intensidad de los recuerdos.

 

Una sabiduría que a menudo olvidamos. Gracias por tu comentario.

 

Quizá eso sea la poesía, describir un instante que haga destellar en la mente del lector recuerdos de su propia vida, hacerles revivir los tiempos en los que uno estuvo más vivo.

Saludos cordiales. Un placer.

 

A veces no hemos tenido la experiencia que describe el poeta, pero aun así podemos imaginárnosla si la descripción es exitosa. Gracias por tu comentario.