Léelo, luego te explico

Créeme, cuando engaño no te miento.
Realmente la estafa yo realzo
y si finjo quizás es un invento
sincero o verdaderamente falso.

No quiero confundirte pero espero
que te guste mi embuste, por ser crédula
te doy gato por liebre, si primero,
lo franco se me sale por la médula.

Cada célula hipócrita, mendaz
te narra un cuento chino que de farra
despilfarra fanfarria y por falaz
se agarra poco menos que a chatarra.

Ojalá que te quede ya más claro.
Si no llamas, en llamas me declaro.


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O sea te engaño pero al mismo tiempo te digo la verdad, así soy, pero igual espero que me creas y llames a esta flama viviente que también puede ser cielo o infierno. Impresionante soneto, Sergio, saludos Daniel

 

Es paradójico, como aquello de Sócrates de que "solo sé que no sé nada", entonces si sabe, pero no sabe.Un gusto leerte.

 

Si hasta parece haber sido escrito por un personaje politiquero, en vez de uno donjuanesco. Un tal Groucho Marx una vez dijo:
“¿A quién vas a creerle, a mí o a tus propios ojos?” A eso me recuerda tu poema, con toda su cuota de humor.

Un abrazo.

Gus

 

O sea créeme la mitad.
La falsa mitad
Muchas gracias, Daniel.
Un abrazo.

 

Lo he leído Sergio y creo que no hará falta que me expliques la paradoja, jejeje. Esuvo bien
saludos

 

Muy bueno, Sergio.
Abrazo.

 

Excelente soneto Goodlook, y una paradoja muy interesante. Felicitaciones y gracias por acompañarla con buena música. Un abrazo y sonrisas.

 

Cada vez que te encuentres con ripios cacofónicos que sepas que el asunto va de poco serio. Un beso, Luciana.