Las alas de la memoria

En los pasillos de mi mente pierdo
lo que sin duda sigue siendo el oro
que reluce, su canto más sonoro,
alguna letra que en mi labio muerdo.

Cada vez el olvido es menos lerdo
y deshace los trazos con decoro.
¿Existirá la vía, voz que ignoro,
por dónde rescatar algún recuerdo?

Soy lo vivido, aún mis cuentas valen.
Pequeñas y al detalle, siempre suman,
algunas, por fortuna, sobresalen.

Quisiera retener las que perfuman.
Trasmitir sentimientos que lo avalen
y no grises lagunas que me abruman.




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Las vivencias alegres siempre están ahí, solo que las tristezas siempre pueden más, se van apoderando de la sensibilidad, de cada gota de sangre en nuestros sentimientos y tapan el sol de las que si valen la pena recordar. Lucha, que el tiempo no cura pero si alivia. Maravilloso soneto, Sergio, saludos Daniel

 

Excelente soneto made vampire. A mí me ocurre lo contrario, el olvido se me hace cada vez más lerdo, los años no perdonan jajajaja. Un placer pasar. Un abrazo.
Miguel

 

Me refería a cierta enfermedad mental progresiva. Muchas gracias, Daniel.
Un abrazo

 

Bueno, aunque de otro modo, quise decir que el olvido se agudiza.
Muchas gracias, Miguel.
Un abrazo.

 

Las que sobresalen y perfuman siempre quedan. Muy bueno, Sergio.
Abrazo.

 

Muchas gracias, Ángel.
Un abrazo.

 

Un poema para releer cuando nos entren algunos lustros adicionales. Bueno y pegador en su totalida, y en particular -a mi gusto- ese de, "Quisiera retener las que perfuman".

Un abrazo,

Gus

 

Bueno, los recuerdos, a veces puede uno preguntarle a alguna persona que comparte algunos de ellos, pero lo más triste es cuando esas personas ya no están, entonces debería uno haberlos escrito pero, ¿cuánto tiene uno que escribir?, no sé, tu hermoso soneto me hizo reflexionar. Siempre un gusto leerte.

 

Agradezco ésta y todas tus gratas presencias. Es una lástima tenerte solo de invitado. Espero que te encuentres bien. Un abrazo, Gus.

 

Muchas gracias, Rosmery. Un beso.