Los remeros.

Y las muchachas se marchan…

y yo me quedo aquí dentro del circo, escuchando el crepitar del corazón…


las muchachas se marchan, y las locomotoras recorren los versos…

los nuevos retos, el gemidito, el verbo,

el cuenco de color y la eclosión del pollito…


las muchachas marchan, y ese viento de las cosas que pasan,

y la amistad a puñados de playas aladas,

ese viento de voces cantarinas en la mañana,

y los remeros que relevan a las madrugadas…

 

Somos testigos de lo que acontece a nuestro alrededor.
Otro abrazo, Tribu.

 

Muchas gracias querido amigo goodlookingteenagevampire, así es la vida, unos llevan la batuta y otros, nos protegemos de lo que pasa... Un gran abrazo, y toda mi amistad.

 

Lass cosas se van y vienen y a veces parece que nos quedamos solo como espectadores
mi querido amigo, estupedo poema como siempre, es un placer leer tus versos en esta
mañana quieta,

 

Muchas gracias querida amiga Guadalupe, es una gran alegría tu compañía para estos versos. Un abrazo, con mis mejores deseos siempre.

 

Saludos Tribu, se casan, cambian de ciudad, de país, así en todas partes. Dejan un vacío profundo, palpable, feliz finde.

 

Ciertamente querida amiga Desiré, me alegra muchísimo tu compañía para estos tiempos de letras. Un cálido saludo, feliz semana!

 

Muchas gracias querido Maestro Luzyabsenta por todos estos tiempos compartidos, y sus motivadoras palabras para mis versos. Un cálido saludo, y mis mejores deseos siempre.

 

A veces hay que marcharse para encontrarse con uno mismo. El regreso se traduce en crecimiento, aunque la vida siga pasando y todo parezca igual.
Me agrada leerte, amigo mío.
Un gran abrazo, te admiro mucho.

 

Muchas gracias querida amiga Cecy, yo también te admiro muchísimo y adoro estos encuentros de letras y amistad. Un abrazo, que tengas muy buena semana!