Esas cosas que sólo se dicen nunca...

Esas cosas que sólo se dicen nunca
o se callan por siempre;
que secuestran el alma
y envenenan la mente.
Esa duda que todo lo sabe cierto,
ese error repetido
de manera inconsciente y que se convierte
con el tiempo en castigo.

Esa calle de en medio que tuerce al centro,
ese cáliz con vodka;
esos ceros sin unos
que llevarse a la boca.
Ese idilio a la búsqueda de su amante,
esa causa en su efecto;
esos besos de Judas que no despiertan
ni a la bella durmiente.

Ese anchísimo filtro de lo mediocre
que se traga a los niños
para hacerlos toreros,
diputados o frikis.
Ese gol sin portero que no lo falla
ni Juanita Banana
y se paga más caro que la vacuna
contra el mal de los años.

Esa frase bailando en pelota viva,
que buscando un trabajo
para huir de la hambruna,
se escapó de un poema.
Esa mosca sin dientes hambreando en la sopa
de un chef vago y roñoso
que le llama vanguardia a la tontería
de comerse los platos.

Y ese perro buscando en la carretera
la matrícula errónea
mientras un hijo puta
toma el sol en la playa.
Esas cosas que sólo se dicen nunca,
que nos muerden por dentro,
y que apenas logramos confesarle a la muerte
cuando nadie nos mira…

 

Excelente, Ramón. Y sí, ciertamente lo más importante es lo que más solemos callar (o nos incomoda decir). Me gustó mucho tu poema, amigo.
Mis sinceras felicitaciones y un fuerte abrazo.

 

Muchas gracias, Luis. Siempre un honor verte por este humilde rincón. Sabes bien de mi aprecio sincero por ti, querido amigo.
Un abrazo

 

Ya quisiera yo tener conciencia plena, Luis. Dispongo de un tres por ciento escaso de conciencia, en ocasiones ni eso...
Muchas gracias por tus palabras

 

Si no se dicen nunca acabas de cortar con eso.
Un abrazo, Jorge.

 

No creas, si no se dicen te hacen enfermar de guardarlas dentro...

 

Que cosas, pero luego uno pierde el sentido y luego las dice todas y ya nadie te quiere hablar. Un gran gusto leer tu excelente poema.

 

Como

Como buen arte que es, este poema tiene la virtud de cuestionarte. Cala hondo. Gracias por el placer de su lectura.

 

Quien no quiera hablarte porque le dices lo que piensas o lo que no quiere oír, mejor que no te hable. La mentira y la falsedad se han adueñado del mundo, salir de ahí es imprescindible.
Gracias por pasarte, Luciana

 

Gracias a ti, Rendon. Ciertamente, cuestionarse es empezar a conocerse.
"Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses"

 

... Esto, lo dice todo...
El que no lo entienda, no quiere ni a su madre.

Eres grande, igual que ese alejandrino en la corte del rey Arturo.

Se te sigue queriendo.

 

Tú sí que eres grande, amigo...
Yo también te sigo queriendo, y muchísimo además, aunque trato de disimularlo