Metamorfosis.

Mariposa monarca.

Cuando el terror me atrapa me envuelvo en un ovillo
no puedo mirar nada, ni al Sol que me deslumbra,
no puedo ver la esencia del arte que se encumbra,
ni oír un sutil canto, jubiloso y sencillo.

Se me oscurece el alma, mimetiza sin brillo,
se esconde en depresiones de horror que todo herrumbra
y cuando pierde el pálpito, a la muerte columbra
que le ofrece esponsales con sus flores y anillo.

Y la vida resurge cual pequeña semilla,
se nutre de lágrimas de espanto acumuladas
y brota de muy dentro con dolor de mil partos.

Hay que romper el cerco que nos reprime y humilla,
hay que enfrentar la muerte, volver a las andadas
y escupir a ese tirano que nos mantiene hartos.

Luciana Laura Rubi Vega.

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Esa oscuridad es pasajera. Recuerda que debes desplegar tus alas.
Un beso, Luciana.

 

Muchas gracias por tu amable comentario, Sergio, Un beso.

 

Pues, sí que hay que sobreponerse a esos dolores ... y romper el cerco. Me gustó mucho el poema. Un saludo.

 

JCRendón, muchas gracias por tu amable comentario. Un saludo.

 

Interesante analogia capullo-opresión. Me gusta cuando el poema entero es un simbolismo completo.

Un gusto leerte, Luciana.

Gus

 

Gracias, Gus, ya voy cayendo en tu visión de los poemas y tienes razón, así deben ser. Un abrazo.

 

Maramín, muchas gracias por leer, comentar y por las acotaciones, ya he corregido. Un beso.