Solamente una vez...

Sólo siento pavor cuando eso viene
por la noche a buscarme enardecido
con su hediondo sobaco enmohecido
y su nunca jamás contento pene

De borracho que va ni se sostiene,
la palabra en su boca es un mugido;
gracias doy que al instante su ronquido
rasga el aire y la calma sobreviene.


Solamente una vez le amé en la vida
sin embargo, a pesar de algunos peros,
hoy por hoy le idolatro sin medida.

Es tozudo, bajito, mal hablado,
mucho más animal que cien toreros,
pero, ¿qué le he de hacer si está forrado…?

 

Lo mejor en la vida (que digo yo) es tenerlo claro.
Meretriz, aún con anillo, es pa ir en Mercedes, pa ir en un Panda, no se deja de ser honrá.

¡Eres grande! que lo sepas, otra vé.

 

Que terrible destino del personaje que describes, líbreme Dios. Un gusto leerte.

 

El amor siempre necesita un buen sustento. Si este sustento se sustenta en montañas de oro, miel sobre hojuelas...
¿Grande? en fin...

 

Horrible, pero bañado en pasta, más llevadero.
Gracias por pasarte, Luciana

 

El hablante lírico padece una cruda realidad y paga con su cuerpo el costo de vivirla. Al final tan malo no le parece. Un gran abrazo.

 

Así es, amigo. Claro que no es tan malo, cuántas cosas habrá peores...
Un abrazo

 

Más de lo que creemos existe en la vida real. Pero no deja de ser triste, pero el dinero es lo que tiene, lo compra tóo, en granaíno. Un abrazo.
Miguel

 

Perdona, Miguel. Se me pasó por alto este comentario que me dejaste y lo acabo de ver ahora. Más vale tarde que nunca para darte las gracias, querido compañero.

 

Jajajajajajajajaja

 

Ya, tú ríete, pero es la vida misma...