Gaditana.

La luna no tiene barca
ni orilla que a ella la acerque,
pero sin acariciarla
la mar por su luz asciende.

Como tu mano y la mía
que tantas veces se pierden,
pero incluso en plena huida
solo sueñan con tenerse.

Tan poco llegó a importarme
que un pájaro en la Alameda
de un árbol a otro volase,
mientras tú estuvieras cerca.

Igual que el resto del mundo,
desayuno, almuerzo y cena,
todo es inútil, oscuro,
lejos de ti, compañera.









​

 

Romántico y hermoso poema con imágenes de la Luna, siempre testigo, según los poetas, del amor. Un gusto leerte.

 

Es un precioso poema J. Carlos, de gran dulzura melancolica. Es un placer leer tu obra. Un abrazo.

 

Vaya tela, picha... más bonito no creo que se pueda decir, y eso que soy el primero que detesta el que bonito, pero tu eres punto y aparte.

Déjate ver un poquillo más, algun@s te lo agradeceremos.

Un abrazo GRANDE. (Como aquél de Zahora)