Cosas vanas.

Una sonrisa apenas y sin hacer desaire,
me encontré tu mirada, venía por la calle,
me acarició la cara, los senos y mi talle,
dobló detrás la esquina, se disolvió en el aire.

Blancas como ilusiones las nubes en el cielo,
se juntan, se acumulan, todo se pone negro,
murmullos guturales suenan cómo un alegro,
concierto de timbales, caen gotas de hielo.

La tarde se derrama, escurre en las ventanas,
canta su llanto amargo, monótono y austero,
cual voces de guitarra que tañe un embustero,
yo le he tomado el tono y escribo cosas vanas. ​

 

Quizàs necesites otro muso. Un beso, Luciana.

El primer cuarteto debería rimar en ABBA.

 

Gracias, Sergio, veré de modificar el primer cuarteto que es pareado. Ya quedó. Un beso.

 

Encantada de leerte, un poema de desaire que se ampara en una mirada que no dice nada. No vale la pena apenarse por sus miserias.
Abrazos.-

 

Como siempre un placer pasar por tus versos, besicos.

 

Así es, casia-love, por eso son cosas vanas. Gracias por pasar y por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Muchas gracias, Ramón, por tus amables palabras. Un beso.