Pías (soneto sáfico)

Una tras otra lo aguardaban, pías

ante la inmensa exaltación presente

y en ese entorno peculiar, ferviente,

las más señeras, sin dudarlo, arpías.


Puras, solteras y por casta frías

duras doncellas para hincar el diente

fieles y activas, orfeón hiriente,

rancia coral, que en canto son baldías.


Con el boato que el lugar reclama

la voz seráfica del nuevo cura

tras el acorde celestial, resuena


y cada cuál con su fervor lo aclama.

En el ambón con pulcritud, procura,

leer poemas en su honor, Valbuena.
​

 

Hola Bernardo, gracias por compartir tu poema, aunque mucho no lo entiendo porque usas palabras de tu pueblo, felices Reyes.

 

Hola Catia, primeramente ¡feliz año!, después he de decirte que salvo ambón (que es el sitio o atril desde donde se habla en las iglesias) las demás palabras son bastante normales, al menos aquí y no deberían ser difíciles para entenderlo. Una asegunda lectura, te dejará las ideas más claras, jajajaja...Saludos. Bernardo de Valbuena

 

A veces la sangre de las puras y frías, se calienta con una buena hoguera.
Buen soneto, estimado poeta.
Un abrazo.
Paco

 

Evidente.No hay nada como una buena hoguera y una buena siesta.
Un abrazo. Bernardo de Valbuena