De este lado...

De este lado del mapa,
el ojo de la noche
entorna las ventanas,
roídas, aplazadas,
de este tiempo descalzo.
Todo vuela en el aire.
El cielo es un gruñido,
que estremece las pieles,
desbordadas, cansadas,
de mágicas pociones,
que detienen el tiempo,
humectando la cáscara.
Aunque su justa hora
no ha cambiado de mano,
y espera, inamovible,
el paso de los pasos,
camino hacia la nada.

Al demiurgo
le han robado una copia,
y nadie se ha hecho cargo.
¿Cómo se podrá hacer
para seguir, sin angustiarse,
si todo se termina
y no sabemos cuando?

Se derrumban los muertos
sobre nuestras cabezas.
Montañas de historietas,
convertidas en libros,
para engordar estantes
de grandes bibliotecas,
que muy pocos visitan.
Vidas que fueron algo,
que escribieron su tiempo,
que amaron, que lloraron,
y hoy ya nadie recuerda.

Sólo así viviremos,
sin pensar en mañanas,
que mejoren la suerte,
y nos traigan la calma.
Inminente, la muerte,
nos pisa los talones.
Se fractura la escarcha
en nuestros corazones condenados.
Apodícticos vientos que retumban,
y estremecen el aire del verano...
La espera es la antesala de la tumba.

 

Hola Ludmila.
Muy agradecido con tus palabras y tu grata visita.
Mucho me complace que te guste.
Intenté expresar esa angustia existencial propia de nuestra condición humana.
Ser consciente de nuestra finitud.
Gran abrazo compañera de letras.

 

Hola Tribu!!
Es una alegría encontrarte por acá querido amigo.
Me complace que te haya gustado.
La condición humana lleva a reflexionar sobre la finitud y el después, y fundamentalmente qué hacer con el hoy.
Muchas gracias por la visita y palabras compañero poeta.
Abrazo grande!

 

Hola Daniel.
Yo creo que la angustia existencial es propia de la condición humana. A lo largo de la historia la humanidad ha buscado una respuesta, algo de que agarrarse para poder seguir. Así se inventaron religiones, dioses, paraísos, vidas después de la muerte, etc, son sólo metáforas para intentar disimular ese vacío intrínseco a nuestra naturaleza. Nada podemos decir del más allá (si es que éste existiera), o de lo que sucede después de la muerte, ya que todo lo que se diga, se dice desde el más acá, con palabras del más acá, con imágenes del más acá,con descripciones del más acá...
El más allá (si existiera), es incognocsible desde el más acá.
Pero obviamente es un camino aferrarse a algo que nos de una respuesta, una esperanza, algo a lo que aferrarnos.
Pero a veces la frazada queda corta se nota el vacío.
Muchísimas gracias por pasar Daniel, te mando un gran abrazo desde el más acá!!!!!!!

 

Hola Alonso.
De este lado estamos.
Y es lo único seguro.
Mucha gracias por pasar y dejar tu comentario.
Te mando un gran abrazo.