¡Más maderaaa!

Un devenir agradable
es lo mínimo a que aspiro
porque si no me las piro
ensartándome en un sable
o colgándome de un cable.
Confiermos así pues
que nada salga al revés,
que los hados sean propicios
y que no hagan estropicios,
ni demos muchos traspiés.
​

 

Ni demos muchos traspiés,
ni, menos, gato por liebre,
ni el hilo se desenhebre,
ni uno y uno sumen tres,
ni temamos un después,
ni se vengue la tristeza,
ni soñemos con cabeza,
ni amarillee nuestro blog,
ni se nos coma el reloj,
ahora que todo empieza.

Una pregunta: ¿qué tal las comas?

 

Sin que nada se malverse
ni escribamos malos versos,
rimando versos y adversos,
que es fatal el conocerse.
Pero no me tergiverse
porque no hay doble intención,
soy de noble corazón
y de frente siempre voy,
y cualquier día, no hoy,
me vais a dar la razón.
​

 

Para disfrutar de él
solo restará esperar
que te contemple bailar
y te regale un clavel.
Es contorsión sin cuartel,
arte personificada
en una pista encerada.
Es Travolta, Astér y Keli,
los que ves en una peli
romántica y anticuada.​

 

Romántica y anticuada,
así soy yo, ya me ves,
si me miras de través
me pongo muy colorada.
Y me siento acalorada
si me hablas al oído,
de todos es conocido
que soy tímida y sencilla
como tierna florecilla...
Sé discreto, te lo pido.

​

 

De tanto como te excedes
en tomar vino añejado,
te han visto por lo mareado
sostenerte en las paredes
porque caminar no puedes,
ni sabes, por tal desliz,
en dónde está tu nariz,
tampoco por donde vas;
y para colmo, además,
ni siquiera en qué país.

 

Ni siquiera en qué país
queda la extensa Siberia,
tampoco ¡qué cosa seria!
qué idioma se habla en París
sabes. Tómate un anís
de la Asturiana. ¡Mejor!:
bebe un Destornillador,
de vodka, triple medida.
Si eres tan bruta, Aída,
mejor vive en un sopor.​

 

Mejor vive en un sopor,
con ese cansancio añejo,
mientras en tanto tu viejo
se va al baño de vapor
a disfrutar del calor
con la que es tu competencia,
en donde él y Florencia,
despojados de ropajes,
gozan dándose masajes
aprovechando tu ausencia.

 

Aprovechando tu ausencia
me puse a ver la novela
y a tomar una mistela
con toda mi complacencia.
No fue una mala experiencia
pasar la tarde tirada
en el sofá, mientras nada
turbaba tamaña paz,
ni me quitara el solaz
de no sentirme juzgada.​

 

Besos me da al por mayor
mi novia que es como un bagre,
su boca sabe a vinagre,
ajo, cebolla y licor.
Sentí un tremendo escozor
al verla por vez primera,
¡bigotuda y bien fulera*
como el pez resbaladizo!
La conquisté en el chamizo,
en una tarde cualquiera.​

Fulera: Arg., fea.

​

 

A diseñar sus colores
el otoño se dedica
y obstinado se complica
entre hibernados actores
a difumar los fulgores
de un sol lento y haragán.
Luego ocres llegarán
junto a los mantos de niebla.
Silente, todo lo puebla
con los tonos que vendrán.​

 

Con los tonos que vendrán:
azul, verde y amarillo,
incluso en trazos sencillos
felizmente lucirán.
En el paisaje verán:
el mar de un azul intenso;
el palmar verde en el lienzo
y amarillo en pleno sol.
Y todos como arrebol,
los plasmé como lo pienso.

 

Los plasmé como lo pienso,
héroes de una brava guerra.
Al convertirles sus tierra
en maleable arcilla, intenso
placer me causa y condenso
su hidalga esencia en figuras
que resumen sus bravuras
en el campo de batalla.
Su grito heroico restalla
nuevamente en las alturas.​

 

De seguridad, la norma
que adoptan mis hermanitas,
con calzado o chancletitas,
es evitar plataforma.
La mayor, que es ancha de horma,
una pierna se quebró.
Casi zancos se calzó
una noche, tan coqueta.
Quedó un tanto majareta
del golpazo que se dio.​

 

Del golpazo que se dio
se condenó así Orfeo,
pues el agua del Leteo
anegó a quién amó
y de luto se vistió
el alma del héroe griego.
Mas el mundo es como el fuego
y al morirse ambos vieron
como al final se reunieron
en bellos campos de riego.
​

 

¡Valencianas! Son divinas
la mujer y la paella.
De estas cosas no hay querella:
no me vengas con pamplinas.
Tengo jóvenes vecinas
que vienen de esos lugares
y de risa lloro a mares
en su hermosa compañía.
Estoy seguro, algún día
construirán bellos hogares.
​

Tal vez ha quedado medio anticuado ese remate, casi sexista. Bueh...es lo que hay.

 

Que puedan avasallarlas
quítense de la cabeza;
no está en la naturaleza
de los hombres dominarlas.
Lo primero es respetarlas
y mostrarse generoso
en lo que sí es valioso;
no juzguéis a las mujeres
al escoger sus deberes
para un mundo más hermoso.​

 

Nos endulzará el presente
el día que ya no exista
libertino o moralista
que diga “como la gente”
con ínfulas de docente.
“Como la gente”, ¿qué es?
¿Lo que yo pienso, al revés?
¿Lo que creo indiscutible?
¿Tu promedio o mi imposible?
¿Con bidés o sin bidés?*
​

* Tal vez convenga aclarar que las instalaciones sanitarias "con bidés o sin bidés" resulta ser algo casi "Hamletiano" en las culturas angloparlantes. Resulta bastante gracioso ver con qué ojos y prejuicios ven al travieso bidé.

 

Lo limpias con un cartón
como si fuera una pala
porque siempre es cosa mala
dejarle al piso un rayón.
¡Qué vómito hizo el cabrón!
No culpes al pobre gato
porque ha pasado un buen rato
desde el cambio de comida
y su panza está jodida
por tu insistencia, Donato.​