¡Más maderaaa!

No lo consigue encontrar
y lo busca con tesón,
le va en ello la razón,
la salud y el bienestar.
Y, si intenta recordar
donde lo pudo perder,
le duele reconocer
que no se acuerda de nada
que su vida está ordenada
por el móvil al nacer.

 

No lo consigue encontrar
y lo busca con esmero,
no importa si es el tercero,
que pierde en su transitar.
Y en lugar de meditar
los motivos de su enfado
se enroca tan irritado
que no acierta a comprender
que lo triste es depender
del móvil hasta ese grado.​

 

Perdonad, pero la primera espinela la he enviado desde el movil y no se había reflejado en la pagina por lo que he escrito otra sobre el mismo tema ya en la pagina pero sin poder ver que se había publicado la primera.
En fin......sin comentarios.
Pido disculpas a todos

 

Del móvil hasta ese grado
de errores simples, patojos,
cometen estos dos ojos
por escribir apurado.
Don Cyrano: le ha pasado
lo que pasa en todo el mundo.
¡Cuántas veces me confundo
y le envío groserías
a mis dos ancianas tías,
que no lo encuentran jocundo!​

 

Que no lo encuentran jocundo,
que tus dos ancianas tías
a las que imagino pías,
tampoco lo ven profundo.
Y siendo un tema rotundo
desde el móvil escribir
y con el siempre vivir,
me dirijo ya a mi silla
que el Alaves al Sevilla
ha de ganar o morir.

 

Con ansias conquistadoras
y en un ademán insano
rugió Putin, el enano:
“¡A masacrar, sin demoras!”.
Infernales topadoras*,
sus tanques, carros blindados,
cañones, cien mil soldados
y hasta aviones supersónicos.
Causan pueblos hegemónicos
problemas documentados.​

* f. Arg., Bol. y Ur. Tractor de oruga.

 

¡Sin caer en eufemismos,
al pan, pan y al vino, vino!
Siempre detesto el camino
de fábulas y aforismos,
merodeos y cinismos
si busco comunicarme.
A veces, mejor callarme:
soy un bicho muy directo.
No es asunto de intelecto
esta forma de portarme.​

 

Esta forma de portarme
que a todos parece mal
no hace más que darle sal
a mi vida y sin mermarme
el propósito de amarme.
Pues si me amo, puedo darle
ya más temprano que tarde
a todos lo que sí tengo
que es amor y me entretengo
en amarlos sin alarde.​

 

En amarlos sin alarde
(y diría con sigilo)
me siguen teniendo el vilo
los pájaros de la tarde.
Mi jardín está que arde,
lleno de animados trinos.
Hoy se cruzan los caminos
un pintoresco jilguero
con un laborioso hornero
anidando entre los pinos.

​

 

Anidando entre los pinos
se pasa la golondrina,
tan sublime, tan divina;
sus polluelos, argentinos.
Del bosque, los inquilinos
tejen de hojas, de pasión,
y de ramas su camón.
Vuelan y vuelan polluelos,
que libres surcan los cielos
Dándole caza al halcón. ​

 

Hace sentir su presencia
cada vez que entra en la sala;
es letal como una bala
y el carisma es su ciencia.
No tuvo nunca conciencia
o quizá le programaron
los mismos que le entrenaron
para no sentir piedad,
ya que más de una ciudad
sus soldados asediaron.​

 

Galardón de militar
merece el ave zancuda.
Mire esa pompa patuda
y su elegante marchar
cuando empieza a cortejar
el macho a la hembra hermosa.
Yo reconozco una cosa;
en cuestiones de cortejo
debo pensar como un viejo:
soy del piropo y la rosa.

​

 

Que va con garbo lucido
Mariquita Encarnación
ya no admite discusión;
su club de “fans” es nutrido.
Una cimbreante cintura...
su sonrisa es la locura
del centro de mi ciudad.
El hombre de toda edad
no es ajeno a su frescura.​

 

No es ajeno a su frescura
quien bebe agua del riachuelo
cuando sube cerca el cielo
y abandona la llanura
para alcanzar gran altura.
Con su piolet y sus botas
se encarama entre las rocas
por mirar la inmensidad
se inunda de la bondad
y hasta escucha sonar notas.

​

 

“¡Y que la crítica calle!”,
gritó Salvador Dalí.
“Si les pinto un colibrí
quien se encarga del detalle
y a colores ametralle
al pájaro surrealista
seré yo, pues el artista
no crea bajo presiones.
Mediocres hay a montones;
mi genio…salta a la vista".​

 

Mi ingenio... salta a la vista,
¿o os muestro mío retrato?
No os sorprenda que de nato
yo ya era un gran artista.

Del verso, masajista,
consorte, amante grato;
me cela si un garabato
deja el lápiz en la pista.

Ya ni la prosa se alista
para bailar por papel;
Sigue el verso siendo aquel
gran receloso alarmista.

 

Gran receloso alarmista
resultó ser Don Quiñones.
Grita: “¡Me roba jamones
Pedro Paulino Bautista!”
Pero siempre se despista:
El verdadero ladrón
era el cojo Agamenón.
Pedrito será muy grueso
mas no roba por obeso;
el cojo es el picarón.​

 

El cojo es el picarón
que me persigue a porfía,
mas también sigue a Sofía,
la que vive en la pensión.
Tiene el condenado un don,
y es que le sobra el gracejo,
aun siendo tullido y viejo
a todas las enamora,
el muy pillín se doctora
en el arte del cortejo.​

 

En el arte del cortejo
nunca me han de superar;
soy cojo, pero el andar
del corazón es parejo.
Yo soy como el ovillejo:
avanzo un poco forzado,
paso corto y apurado
pero defino con clase:
de Lionel, el bello pase
elegante y refinado.​

 

En el arte del cortejo
apunta el picarón dotes
que son algo más que brotes
al ser el hombre ya viejo.
El se mira en el espejo,
se ve guapo y resulton,
hoy le toca en la pensión
agasajar a Sofía
y hacerlo según la guía
"Como triunfa este ligon".

 

Creo que el hilo ha de seguir en base a "elegante y refinado".

 

Cierto,no he puesto el sigo y te has adelantado.

 

Elegante y refinado
ha sido Tommy en su aviso
así como muy preciso
en su brillante rimado.
Y pido ayuda al poblado
que si sigo con un " sigo"
ocurre que no consigo
eliminar esta esquela
tras escribir la espinela
y entonces todo maldigo.​

 

Y entonces todo maldigo
y hasta digo imprecaciones,
que me salen a montones
por no haber borrado el "sigo"...
Pero me dijo un amigo
que era sencilla la cosa,
de manera primorosa
editas lo que pusiste,
y el "sigo" no se resiste,
que vuela cual mariposa.​