No hay quien me baile

Yo sin ti, le dije con una sonrisa al espejo,
sería un profeta de Dios en tiempos modernos,
pero sigo aquí y sin querer acercarme, me alejo
del guion que me dieron y dejo de ser de los buenos.

Dejo de lado al buen samaritano
que una vez quiso sentarse a charlar conmigo
y tomo un trozo de pan y extiendo la mano
y en mitad de la noche, carezco de amigo.

Anoche hubo una caravana en mitad de la calle,
con un show exclusivo de lobos y caperucitas,
sentado en mi balcón no hay quien me baile
y puede más el tornado que las estrellitas.

A mitad de un ataque de histeria me dio por reír
de los minutos perdidos que no vienen nunca,
yo sin ti, me dije al espejo antes de partir
sería un profeta de Dios, que no quepa duda.

Damas y caballeros, perdón si incomodo
con estos retablos que a poco cayeron,
pero a mi manera de andar no le vi buen modo
y me atraparon los sueños que me persiguieron.

Dejo pendiente de pago un recibo de falsas promesas,
un vale que vale por todo excepto por mí,
amanece y apenas comienzo a encender las velas
de este disturbio de humano que no viste venir.

 

tremendo.
ha sido un gusto leerte poeta.
saludos.

 

Muchas gracias por tu linda visita. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Siempre eres bienvenido. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Interesante lectura que va creando un clima propio de tus trabajos!!!

Destaco ésto ...

Saludos desde España

 

Muchas gracias por tu linda visita. Saludos desde Costa Rica. Un placer recibirte por acá.