Llantos

El viento traidor me acerca
llantos de escarcha y de miedo,
miedo mordiente y oscuro,
llantos que llora hasta el cielo.

Hay llantos que son terribles:
llantos de madres perdidas
llantos de paces de fuego
llantos de niñas heridas.

El cuervo llora graznidos,
la serpiente infame llora
por su arenoso destino.
El reloj llora las horas

de su esclavitud perpetua.
Llora el río un llanto dulce
y el actor en la tragedia
aunque se apaguen las luces.

El hombre desde que nace
viene al llanto condenado:
su primer aliento es lloro
y el postrero es malhadado.

Llantos llorosos me llevan:
Llantos por los muertos vivos
Llantos por los vivos muertos
Llantos por los sinsentidos.

Mas soy hombre sin remedio
de esta tierra enamorado:
aunque al llanto condenado,
la esperanza me ha salvado.

 

Desgarrador poema, pero con esperanza. Un gusto leerte.

 

Muchas gracias por tu amable comentario y por pasarte por este humilde rinconcito, @Luciana Rubio .

 

Mil gracias por el comentario tan detallado y tus hermosas palabras, @libelula .

Totalmente de acuerdo con Emily Dickinson, pues la esperanza es el sol que hace soportables las tinieblas de los días plomizos. Y el ser humano, sin duda, es capaz de soportar cualquier penalidad siempre que atisbe una luz de esperanza en el horizonte.

Me alegra mucho saber que te gustó el poema. Saludos

 

Lindas cuartetas asonantadas, estimado. Buenos los contenidos y la redacción, un tanto descuidada la rima (a veces rima demasiado...).

abrazo
Jorge

 

Gracias como siempre por tu comentario, amigo Jorge. Respecto a la rima, no detecto nada demasiado problemático en el poema en ese sentido, si bien aprecio tu crítica.

Un abrazo