Lumínica mutación

Lumínica mutación


Colores apagados oxidan la ventana

y pasan a mi cuarto con tono acusador;

pretenden condenarme por ver esta mañana

como una pincelada cansina del dolor.


Y a mí poco me importa, no pienso retractarme,

mejor que retroceda su luz de expiración.

En medio de las sombras voy a desenrollarme

para expandirme fuera de mi confinación.


Trepando por los aires espesos de este día

voy a llegar a donde la luz sea fulgor

y no se muestre opaca, distantemente fría

como la imagen misma del crudo desamor.


Haré dos fuertes nudos al gris telón del cielo

para que el fondo alegre despliegue su función

con su celeste claro y su dorado velo,

acordes con la vida de alegre bendición.


Y luego satisfecho descenderé a mi cuarto

para verlo radiante, rociado de color.

Y desde la ventana contemplaré el reparto

de positivas luces por mi ancho alrededor.



Ariel Carrizo Pacheco
​

 

He disfrutado mucho con este recorrido que hacen tus versos, yo también quiero cambiar los grises de algunos de mis amaneceres, me gusta eso de hacer dos fuertes nudos, al gris telón del cielo, es una buena idea. Gracia por compartir tu deseo de mejorar los días no solo tuyos sino de todos.
Un cordial y afectuoso saludo, Ariel.
Isabel

Haré dos fuertes nudos al gris telón del cielo
para que el fondo alegre despliegue su función​

 

Gracias Luciana, el gusto el mío al ver tu comentario, ¡un abrazo!

 

Muchas gracias, querida Isabel, por el obsequio de tu visita y tus hermosas palabras reflexivas. Ojalá pudiésemos hacer eso así de fácil con los agobiantes días nublados. ¡Un cálido abrazo, y hasta pronto!

 

Otro abrazo para ti, mi amigo, ¡gracias por la visita! y buen comienzo de semana.