Humildes pensamientos sobre la ley y la justicia

Hay una terrible libertad en el caos, el ímpetu del fuerte
destroza los corazones débiles, se busca un orden igualitario,
una justicia que no sea solo palabra, un mensaje universal
de fe en los hombres. Dictados que los propios hombres
hacen cumplir con la razón de la connivencia, con el temple
de la madurez en la boca, con la ceniza de la barbarie en las manos,
con la conciencia del bien en la pluma que dicta una resolución común
y lo hace con trazos seguros. Un juicio que no es de una sola voz,
es un mar de multitud, un río donde muchas aguas confluyen,
la tinta del juez son las voces de un coro, el pueblo alza
a sus príncipes para que hablen la probidad, la sensatez
y la cordura. Sin embargo, es la ideología, el interés personal
o de grupo, la ambición, la deslealtad, la falta de principios,
la impudicia, la traición a la ética, el deshonor, quienes
edifican la vida colectiva, la terrible convivencia con la jauría,
su máscara miente, la verdad yace en las letrinas del poder.
Un día fuimos los hijos de la revolución, el ideal humano
enarboló una bandera, los derechos nacieron como una lluvia
insolente, los límites encauzaron los ríos que bajaban
de las montañas, salvajes como aludes de destrucción.
Qué queda de eso, sino el papel, ya no el sentido fraternal
de lo humano. Huele al barniz que oculta la podredumbre,
huele a mendacidad bajo el techo de las cámaras donde los políticos
se prostituyen, dignamente, con Rolex de oro en las muñecas. Tal vez
la justicia solo sea un barco a la deriva en busca de una isla imaginaria.

 

En las democracias actuales los políticos al fin y al cabo son solo el reflejo de su pueblo. Creo que ahí se resume todo. Los países muy avanzados socialmente salvo alguna rara excepción puntual suelen tener buenos políticos y gobernantes.
La justicia por su lado es el pilar fundamental de un país, pero para que haya una buena justicia deben haber previamente buenas leyes. Por lo tanto los tres poderes del Estado aun separados están íntima y necesariamente ligados.
Buenos versos, Ramón. Un abrazo.

 

Tu respuesta es muy de manual. No creo en los buenos políticos, solo en los menos malos. Efectivamente la buena justicia depende de las buenas leyes, en ese sentido, apañados vamos, si las leyes, como así ocurre en un estado social y democrático de derecho, las hacen los políticos, gente en general muy preparada para tan altos designios. En cuanto a la separación de poderes, me gustaría que fuera así, pero tengo entendido que una parte del Consejo General del Poder Judicial es nombrada por los partidos políticos. Creo que perdí la inocencia hace muchos años con un tal Felipe González que juró y perjuró no entrar en la Otan y ahí fuimos de cabeza al poco tiempo de ganar las elecciones(por cierto mi ideario es de izquierdas, por si el comentario pudiera llamar a confusión). La verdad es que es admirable que se siga teniendo fe en esta gente, pensando que lo hacen tan bien. Mi admiración por ello. Un abrazo, Luis.

 

No sé si es de manual o no, pero estoy convencido de ello. ¿Qué gobernantes y políticos puede tener España, Grecia o Italia? (y ya no te hablo de otros del mundo), países donde reina la picaresca, donde la mayoría de las personas escaquearía impuestos si no les pillaran, donde criticamos la especulación pero casi todos especularíamos si pudiéramos, donde la mayoría vota en base a su exclusivo interés y el resto del país lo ve de lejos...
Yo sí creo en los buenos políticos, para mí Merkel lo ha hecho de puta madre en Alemania, los gobiernos escandinavos hacen que sus países sean los primeros del mundo en I+D e innovación energética, etc.
Claro que puede haber buenos políticos, pero se necesita un "buen pueblo" detrás que los vote y los apoye.
La separación de poderes se presume de ella pero lamentablemente es mentira en muchos países occidentales, en eso sí estoy de acuerdo contigo.
Un abrazo, Ramón.

 

Los pueblos civilizados tienen políticos civilizados y políticos más preparados que los nuestros, eso seguro. Aunque te doy parte de razón, corrupción en mayor o menor escala hay en todas partes, porque es algo inevitable cuando se ejerce el poder. Yo hablo de la política que conozco y padezco que es la española, sobre los países nórdicos no tengo elementos de juicio suficientes, aunque es evidente que socialmente funcionan mejor que el nuestro. Su imagen es buena pero tal vez la tengamos idealizada, posiblemente su "detector de escándalos" sea un arma preventiva de primer nivel y no permitan que la corrupción "medre" como decimos en Galicia. No me echo atrás en relación al mensaje que pretende transmitir mi poema. Un abrazo.

 

El dulce sonido de tu voz toco mi corazón
esa voz resonó en mi corazón
me he escapado de tus enemigos
- Lucia de Lammermor, escena de la locura, Donizetti-​

Porque no somos, un día fuimos....

Por eso y en reprimenda
a la humildad de su pensamiento,
apelando a sus conceptos esclarecidos,
permítame en replica sugerida
manifestar sin humildad:

Que NO hay terrible Libertad en Caos
cuando proceden del mismo sino...
Kaos fue el primero,
padre de Nix y abuelo de Eter,
y antes de Caos la nada,
esos griegos lo sabían,
así que sin darle vueltas,
¿la nada era libre o la libertad procede del Caos?

¿Y del ímpetu del fuerte?
¿Qué genera en esa idea, que destroce corazones?
orden, igualdad, fe y otras menciones son abstractos predicamentos
como la justicia malentendida, ¿es justo comer animales?
¿es justo absorber oraciones? ¿es la justicia un lamento
o concepto de bribones?
¿es la misma justicia para el ateo irredento, el feligrés concebido
o el animal suculento?
¿Cuál justicia es más pletórica,
la de Leónidas peleando o de Xerxés aplaudiendo?
Judith corto la cabeza del general enemigo
¿es justo para la viuda o para su pueblo no vencido?
Cortés destrozó Teocallis, vituperio a los dioses,
quemó una cultura entera en codicia de oro y una cruz
¿es justo para las flores?
Custer perdió en la herradura de los hombres perseguidos,
en batalla contra aquellos por sus tierras profanadas,
que una vez arrebatadas, surgieron en un imperio
¿es lo justo para Gaia?
Rommel en el desierto, ante otros racistas supremos
fue el villano de oraciones ocultado en la mascara del lobo.
¿Cuál justicia es mas pletórica? ¿la de ímpetus fuertes?

¿Por qué nos gusta a lo abstracto darle nombres entendibles?
¿Por que nos gusta inventar palabras, pero no significados?

Huele... pero no al barniz que oculta la podredumbre,
sino al odio de los triunfantes sobre la sangre oprimida.
Huele... pero no a la mendacidad bajo el techo de las cámaras comunes
sino a banalidad y soberbia.

Tal vez la justicia no solo sea un barco
sino también una invención para callar conciencias

Porque un día fuimos, ahora no somos.

 

Un día fuimos los hijos de la revolución, el ideal humano
enarboló una bandera...

Qué queda de eso, sino el papel, ya no el sentido fraternal
de lo humano...

Estos dos fragmentos señalan la clave inicial y la realidad posterior.
De asignarse un momento histórico, el primer fragmento se remonta al surgimiento del liberalismo y las primeras acciones contra el poder monárquico-iglesia.
El segundo fragmento arranca desde el "terror" o terrorismo de estado en el tribunal revolucionario surgido de la revolución francesa, y se ha mantenido hasta la fecha.
La revolución devora a sus propios hijos, rezan viejas citas.

 

... como pórtico de vieja catedral, Demetrio Macías, con los ojos fijos para siempre, sigue apuntando con el cañón de su fusil.. los de abajo, tiren a los de abajo...

Lo de abajo, Mariano Azuela​

 

Aunque el poema, o mi pensamiento en letras, mencione a la humildad en su titulo, hay en ello, parte de verdad pero también un punto de ironía. En cuanto a las disquisiciones que contiene su respuesta ha sido interesante conocerlas. Un saludo.

 

Interesante comentario, gracias por ponerlo. Un saludo cordial.