Llama...

A Cecilia, enamorada del otoño.




Esta tarde pinta el sol de oro
los muros de las iglesias.
Quiere dar ya color de otoño a las calles,
a las casas, a las pérgolas.
Y se doran las uvas blancas en la parra,
Mientras se oscurecen las uvas tintas en la cepa.
Sobre las tapias de la calle
se asoman las ramas de una higuera,
que ofrece sus frutos maduros,
y endulza el aire. Revolotean las abejas.
En la reja de tu puerta,
se abrió, oferente, una granada
y sus rubíes brillantes y rojos,
invitan a cogerla.
El manzano de la escuela
vistió en granates sus manzanas
y pugnan los chiquillos
por ser los primeros en alcanzarlas.
Llama a la puerta el otoño
y me invade la nostalgia.

 

Todas esas escenas que mencionan tus versos a mí me parecen soñadas.
Es una enumeración de maravillas para quienes como yo, amamos los tiempos de los ocres.
Pero como ocurre con todo, las sensaciones son diferentes para cada persona y se relacionan con el contexto, las memorias y las experiencias.
Es un poema cadencioso, suave, transmite justamente la calma y la sabiduría de la que a mi manera de ver, es la estación ideal.
Muchas gracias por nombrarme, amigo, y en una temática que siempre me resultará encantadora.
Un gran abrazo y mi admiración de siempre.

 

El otoño, en sus primeras semanas, en nuestra tierra es espectacular. Tal y como te digo se doran las hojas. Los árboles visten ocres y amarillos. Las hojas caídas alfombran los senderos y las frutas alcanzan su mejor sazón. Es un tiempo amable, que a mí me despierta nostalgias de otros otoños, con otras gentes. Luego llegará noviembre, oscuro y bronco; generalmente frío y triste. Es el mes a superar. Me he permitido dedicarte este poema porque sé que estás imágenes del otoño que describo, son las que te enamoran de ese tiempo. Y mi poesía ahora es pausada, como reposada y tranquila. Quisiera que las mis palabras fluyeran tranquilas, suaves, penetrantes como la lluvia que cae mansamente.
Agradezco mucho tu presencia, la lectura delicada que siempre haces de lo que escribo y la generosidad de tus palabras. Es un regalo tener tus comentarios. Gracias por todo, Cecy. Un abrazo y mi admiración.

 

Muchas gracias maestro Maramin por acercarse hasta estas letras y dejar sus impresiones. Me alegra que le haya gustado. Un cordial saludo.

 

Es un gusto leer un poema que representa muy bien al otoño y también a nuestra querida amiga en común.
Un cordial saludo, Luis.

 

Un cordial saludo, amigo y gracias por pasarse por estas letras y dejar su comentario.

 

Qué goce me da leerte mi querido Luís, no se puede describir mejor al otoño, a sus frutos maduros, a sus hojas tintadas con el color de la nostalgia, a sus calles y casas iluminadas por su luz pálida y cobriza, y ya tenemos aquí esta preciosa estación y a mí me ocurre como a ti que me acuerdo de nuestra querida Cecy y de su admiración por el otoño y celebro que le hayas dedicado estos preciosos versos, tan lindos y poéticos como lo es ella.
Muchos besos para ti mi querido amigo y admirado escritor y para nuestra Cecy también maravillosa escritora y admirable persona, os quiero ....muááááckssssss

 

Muchas gracias, Isabel. Guardo la imagen del inicio del otoño en Granada, paseando, viendo los cármenes y descolgados por las tapias las ramas de los granados, cuajadas de granadas, algunas abiertas mostrando la belleza dulce de sus granos.
Que duda cabe que el otoño tiene algo especial, aunque en los climas fríos, como el nuestro de León, el otoño hermoso se reduce a unas pocas semanas. Gracias por la visita y por tus palabras amables y cariñosas. Un gran abrazo para ti y un montón de besos.