La otra descendencia

me aproximo sin guantes
a la mansedumbre de tus colmenas
preguntas si se puede
ir más lento
como un beso acorralado
exploras la cohesión
de mirarte en el río
donde haré un hueco
para cada pájaro
si tus manos quieren
seguir cantando
cuando sea roto
el hormiguero de palabras
y los platos de la tardecita
ardan en vinagre
y el acíbar de la lengua
pierda savia
y lo llamemos paisaje
lloraré por amistad
por un viaje sólido
saltando en cascadas
hasta mayores aguas
ahora como siempre
la otra descendencia
de gajo y madreperla
te esperaré con el cielo
y la tierra dada vuelta
haciendo arcada
por brotar sarmientos

 

Pues te diré que me gusta, porque si no se va para abajo sin que nadie lo lea.
Me gustó lo del hormiguero de palabras y los platos de la tardecita porque me acordé que cuando vivía en Mérida, ciudad tropical, que si no lavaba rápido los trastes se llenaban de hormigas.
Un gusto leerte.
Luciana.

 

Gracias compañera. Sí, es verdad, hay lugares en que las hormigas te comen hasta una enfermedad.
Que tengas un lindo domingo.

 

Gracias maestro. Tus respuestas siempre son otro poema en sí mismo.

 

encantador surrealismo de talante melodioso con ese matiz de la ternura, una estupenda lectura amigo Riolita, enhorabuena. Saludos con mis mejores deseos.

 

Buenos días, gracias por pasar por mi romántico poema.
Opino como Luciana, aqui en mi patria se lavan los platos rapidamente porque además de las hormigas se suman las moscas.Saludos recordiales. Agustina.

 

Me alegra que sea de tu agrado tribu,
recibe un gran saludo.

 

La naturaleza no deja nada librado al azar. Abrazo para ti Agustina.