Un cortao mientras llueve.

Mi verso tiene hambre de cebollas,
de pan que le energice sus decires,
pero sólo lamentos de sentires
le suenan en la panza de sus ollas.

Mi verso ya tiene hambre y le mendiga
a otros versos migajas que ve plenas,
les mira sus bandejas siempre llenas
con arte y con pasión y se fatiga.

Que ya no vibra mi alma con las rosas,
que ya el amor no viene ni me mueve
que sólo la injusticia me conmueve,
me causa heridas harto dolorosas.

Que venga la esperanza a mis estancias
y se tome un cortao mientras llueve.​

 

Muchas gracias , Luis, por la lectura y la justa indicación. Me alegra que te haya gustado mi primer verso. Un abrazo. Luciana.

 

¡Qué bonito comentario!, Te hago caravana, me conmueves, poeta. Un abrazo fuerte, Isabel.
Muchas gracias.
Luciana.

 

Tal vez sea porque estaba yo influenciada por los poemas de Miguel Hernández cuando escribí este soneto. Él usa la anáfora en el poema Elegía a Ramón Sije y la cebolla, pues de Nanas de la cebolla. Eso puede ser. Muchas gracias por tu amable comentario. Un abrazo. Luciana.

 

Iguazu, querido amigo, gracias por sacar a mi soneto del pozo. Espero que tu cortao sea agradable. Un abrazo. Luciana.