Palabra de honor...

Hay miradas que cortan los cristales
y silencios que espantan a las ratas;
cosas caras que quieren ser baratas
y palabras de honor que no son tales.

Demasiadas iglesias y hospitales
para pocos enfermos y beatas;
corazones con forma de alpargatas
y amistades fraternas desleales.

Hay poemas de amor para el olvido
y oraciones que exhortan a la guerra;
un olor en las cosas a podrido

y una cumbre en las faldas de la sierra;
hay quien quiere venir sin haber ido
y quien sólo te es fiel cuando te entierra...

 

Excelente.
Gracias por escribirlo.

 

Este soneto pone las cosas en su sitio;
clasificando el absurdo de manera poética y dejando un gusto en la boca a verdades afiladas.
Saludos.

 

Excelente y profundo sentir! Saludos cordiales,

 

Cuánto desencanto hay en tu soneto, nada es verdad o es mentira ... Un gusto leerte. Luciana-

 

Mucha verdad en los versos, me ha gustado mucho. Saludos.

 

Tardaste en aparecer, pero... vaya tela el sonetón que te marcaste.

No creo que se le pueda pedir más a catorce versos; afortunadamente, además, eres de los de sorpresa en el cierre, como tiene que ser, este, te quedó de categoría.

Se te agradece, y mucho, la reentrada.

Chapó.

 

Muy real y profundo. Un placer leerte.
Abrazo fraternal.

 

Gracias a ti por leerlo, un abrazo

 

En verdad, sí, nunca como ahora lo absurdo estuvo tan de moda. Queda poco de humano en el ser humano de hoy en día.
Gracias por tus palabras, un saludo

 

Muchas gracias, así es, verdades dolorosas, pero verdades al fin.
El placer es mío, saludos

 

Muchas gracias, un abrazo de vuelta para ti

 

No es desencanto, te lo aseguro. Sólo es un retrato de la realidad que, por otro lado, acepto y acato.
Gracias por pasarte, un saludo

 

Muchas gracias, compañero. Un saludo afectuoso

 

Hola, Manolo, las musas se marcharon de casa, por eso vengo poco y menos. Será la vejez o qué sé yo, lo cierto es que no sale nada decente, así que ahí vamos yendo.
Seteskiere

 

Muchas gracias, amigo. Un fuerte abrazo

 

Tú si vas directo al meollo. Un abrazo, Jorge.

 

Ya sabes, Sergio, en estos tiempos convulsos no valen las medias tintas.
Abrazo de vuelta, amigo