Inspiración

Inspiración .

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De qué sirve buscar la inspiración
si una brizna de luz puede matarla;
el más leve despiste, amordazarla ,
y el olvido, dejarla sin opción.
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Deseada de todo corazón,
¿puede el amor no obstante maltratarla,
conferirle el valor y encadenarla
a una dulce y amarga relación?
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¿De qué sirve si incluso toda idea
ha perdido la magia en el intento
de encontrar una puerta de salida?.***
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Toda brizna de luz en la azotea,***
sin nada que comporte sentimiento,
carece de sentido, es aburrida.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.
Luz en la azotea *** ideas en la cabeza
Puerta de salida *** lograr el objetivo​

 

Bueno, no todo en la azotea es rescatable.
Un abrazo, Ramón.

 

Rítmico y con un dejo agridulce. El primer terceto me parece de excelente factura, existencial y a la vez de acceso directo para el lector. Espero que sea impostura, no se me bajonée, caballero. Pensaba en escribirle un “soneto-antípoda” de esperanza como respuesta, pero decidí no invadirle su espacio muy por encima de un simple cuarteto:

¿Qué vale un ápice de desazón
si una chispa de amor lo pulveriza,
y la soberbia, resquebrajadiza
ante un guiño de paz y devoción?

Un saludo cordial.

Don Erme

 

Mi inspiración quedó amordazada tiempo ha, o más bien, desaparecida, porque si estuviera amordazada, al menos estaría.
Pero la tuya no, Ramón, a la vista está.
Un brizna de luz en la azotea sin sentimiento es mejor que un apagón total.

Un abrazo.

 

Un abrazo y feliz Navidad

 

Siempre vuelve, tarde o temprano, son cosas de las musas, jejeje, un fuerte abrazo y feliz Navidad

 

Pues muy agradecido por su respuesta, un fuerte abrazo Don Erme y felices fiestas.

 

Bueno, para mi cualquier sentimiento es causa de inspiración, malo cuando solo hay vacío en el corazón. Sin embargo tu has sacado inspiración de esa incertidumbre que te causa su ausencia y has logrado un hermoso e ingenioso soneto. Un gusto leerte. Luciana.

 

Gracias Isabel, felices fiestas

 

Me ha gustado esa descripción de la inspiración y la reflexión sobre la misma. Deseada, quizá, pero nunca que carezca de sentido su luz.