Cincuenta y cuatro años después, haría lo mismo.¨

(Soneto)


Bajo pertinaz y fuerte aguacero

porque tiempo hacía no te veía

sin capa ni sombrilla mi osadía

me empujó a demostrar cuanto te quiero.


Debí cruzar un puente cuya altura

era de cuatro metros e inundado

con el agua al pie caminé asustado

pisando travesaños sin premura.


Rebasado el peligro atrás miré,

y dije para mí: -Pedro...¡estás loco!-

Para tu casa ya faltaba un poco.


Al llegar entripado...¡Suspiré!

...¿Cómo vienes debajo de un ciclón?

¿No lo ves que me trajo el corazón?

 

gracias por su solícita respuesta y observaciones. Las he tomado en cuenta e intentado restaurarlo.
Feliz anyo