En tu almohada

Resguarda tu almohada todos tus encantos:
tu sonrisa hermosa, tu rostro silente,
tus ojos que duermen, tu palabra ausente,
mientras te cobijas con el suave manto.

Te miro arrobado porque te amo tanto
y me acerco lento besando tu frente,
dejando que el sueño te dé el aliciente
para que disfrutes sin ningún quebranto.

En tu aliento exhalas perfume de flores
que son como efluvios que anida tu pecho,
mismo que me envuelve con ricos vapores.

Así al contemplarte quedo satisfecho,
porque hasta inconsciente me brindas amores,
cuando tú descansas junto a mí en el lecho.

 

Hermoso soneto de amor en dodecasílabos. Lleno de ternura. Una maravilla. Un gusto leerte.

 

Muchas gracias, querida Luciana.

 

Buen soneto en dodecasílabos, Rosendo. Un saludo cordial.

 

Muchas gracias, José Benito. Saludos.