Patético

Qué cansina tarea la de cargar con mi cadáver todo el puto día
vestirlo temprano aún sin hallar con qué
disfrazarlo con un jeans de tres tallas de sobra
y esa blusa blanca que antes le encantaba
y a la que ya no explota el escote con ese par de tetas que lo abandonaron antes que la vida
qué fastidio es tener que maquillarle una sonrisa
pintársela de carmín para disimular la cianosis
día con día estamparle unas gafas para taparle esos ojitos de víctima que tanto me desquician
es agotador tener que recordarle que los muertos ya no lloran
que se comporte como un cadáver decente
que intente no espantar a sus deudos
con esa risita burlona que carga de cuando estaba vivo
necesito un descanso de esta rutina
mi cadáver y yo nos vemos hasta en la sombra que ya no tenemos
nos perseguimos hasta la asfixia
me da náuseas su fingido y parsimonioso andar
detesto esa mueca en sus mandíbulas y esa voz pedregosa que me aturde
maldito embustero
no le soporto más su ingratitud
yo le asisto hasta sus gestos y él solo me devuelve quejas y desaires

en fin
solo quería decir que es tedioso tener que cargar con mi cadáver todo el día
quisiera que por lo menos en domingo
se quedara encerrado en su cómodo panteón
descansando su esqueleto y volándose los sesos a punta de porros
y no tener que amordazarlo para no oírle repetir
una y otra vez
una y otra vez
que nunca me dejará ser más que lo que ya somos

 

Claro que tiene patetismo, pero en el sentido original de algo que resulta en una conmoción para el ánimo por su denotación de sufrimiento irremediable. Cuando el cuerpo es patíbulo de la la conciencia de estar vivos, la vida misma suele convertirse en lastre, en despojo de algo que fue, y aún así trata de mantenerse a flote por más piedras de molino que le aten al cuello. Pero tú te has inventado alas, globos aerostáticos, naves espaciales... y donde el cuerpo se rompe, te doblas, pero no te quiebras, mi querida amiga.
Esto solo lo puede escribir alguien que ha peleado por cada partícula de aire que insufla a sus gastados pulmones. Y yo te donaría de buena gana los míos sino estuvieran negros de nicotina y roídos de soplar en pinches alcoholímetros. Pero el corazón que tengo, quemado de primavera, sigue siendo el que conoces, el que te prodiga lealtad, ese ya lo tienes trasplantado en cada célula que se acaba hasta donde solo somos alma.
Igual, dile a tu cadáver que no muera. Allá no hay garantía de allá: ¿cómo reconocerías esta sonrisa y este llanto de hijo de puta a granel que tantas veces te ha acompañado y me ha hecho la vida?
Luv yu very re, mi Rominovsky.

 

Una obra con todas las cualidades del mejor realismo poético. Muy bueno, Romi. Mis felicitaciones compa.

 

Muy bueno, Medusa. Versos duros..., pero qué bellos.
No es habitual leer poemas de esta calidad, compañera. Gracias por ello.
Un abrazo.

 

Aunque a mi cadáver se le dé por morirse, te reconoceria: la hijeputez es inconfundible, como lo es tu cora de poio y todo lo maravilloso que cargas en él...
Te dije, este es un texto que surgió en uno de esos días en los que no me soporto ni la voz, días en los que me sobran los oris.
Gracias por ser de mi corazón, el latido que no se rinde.
Te quiero, MiFlaco.

 

Gracias, Luis. Me da mucho gusto tu lectura y tu comentario tan alentador.
Un abrazo.

 

Gracias a vos por la amabilidad de tu lectura y tu grato comentario.
Me alegra saber que te gustó.
Abrazo grande.

 

honestamente me he quedado sin palabras, lo he leido tres veces para intentar captar toda su ensencia, mientras esperaba un final más alentador o feliz, pero que coño la vida tiene menos finales felices de los que nos pensamos.
enhorabuena

 

¡¡Hola!! Me da mucho gusto tu lectura y tu gentil comentario.
Hay finales que ya están escritos, sean felices o no, son finales que llegan como alivio.
Un abrazo y gracias por venir a leerme.

 

Hola hermosa paso a dejar un abrazo de oso así como te gusta
me quedo sin palabras así que te vuelo a leer mejor,

 

Quizás tengamos que aprender que no somos solo una "forma", sino algo más profundo, luminoso e inmortal. Quizás la vida misma sea una escuela para que entendamos que somos más que una estructura. Que somos aquello que esa estructura atesora.
Tu poesía siempre conmueve y llega al corazón.
Un gran abrazo.

 

Gracias por tu visita y por el abrazazo de oso que siempre reconforta.
Abrazo pa ti.

 

Sin dudas, somos más que una simple imagen, querida Cecy. Toca reconciliarse con nuestro reflejo.
Muchas gracias por venir siempre con toda tu generosidad.
Abrazo grande.

 

tremendo poeta.
saludos.

 

Gracias por su lectura y comentario.
Saludos.