Bala de plata

Bala de plata

Eres alta en el cielo de mis anhelos íntimos,
remueves la marea de mi sangre callada,
eres lechosa perla que se encarna en mi alma
y me hace abrir los ojos al tránsito del mundo.

¡Oh titánica diosa, pináculo de sueños,
entra por mi ventana como una errante greda
y limpia mis heridas, mis grávidas llagas,
que supuran la hiel de un negro abatimiento!

Llévame entre tus pechos como un collar de flores
y deshójame, pétalo a pétalo, en el suelo
junto a tristes poetas y locos desdichados.

Acomoda en mis manos el imparcial revólver
y colócate dentro como bala de plata:
¡Asesina al amor que no es correspondido!

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Muy bello y profundo poema!