A la pata coja

Doña Pata
tropezó,
se torció
una pata
y exclamó...
¡qué mala pata!

Un pato
que la vio,
le dijo...
¡qué espanto,
querida,
vaya herida!

Con su otra pata,
en el huerto,
Doña Pata
se puso a saltar
mientras gritaba
cua, cua, cua…

(pobrecilla,
pensaréis,
pero no es cierto,
ya lo veréis)

…porque unos niños
que pasaban
la vieron
como botaba
y se pusieron
con ella a jugar.

La imitaron
dando saltos
con una pierna
y hasta el pato,
que era un pelma,
lo hizo durante
bastante rato.

Doña pata
ya no estaba
dolorida
pero fingía…

…y saltando
con los demás
lo pasaba
de maravilla.

Desde el pueblo,
se escuchaba
tal algarabía
que niños y niñas,
mozos y mozas,
varios abuelos
con sus boinas
y, por supuesto
algunas señoras,
se acercaron
hasta el huerto
y todos saltaron
“a la pata coja”….

…incluso el alcalde,
sin su corbata,
estuvo jugando
toda la tarde
con Doña Pata.

Y ella, muy contenta,
a unos y otros decía…

… ¡menuda fiesta!,
¡qué divertida!,
es el mejor día
de mi vida.
.... .. ....



​

 

Pero qué divertido y simpático tu poema!
Ahí los estoy viendo a todos pata para aquí, pata para allá... Me ha encantado cómo le has dado la vuelta, Javier.
Me sumo y me quito la boina ante tus versos!!
Un abrazo grande,
Eva

 

Hasta a mí me ha dado gana de saltar a la pata coja, ayyy Javier qué bien lo he pasado leyendo estos musicales versos infantiles, de seguro que les va a encantar a pequeños y a mayores, de seguro que así será.
Besos para ti, querido amigo, con admiración y cariño....muááácksssss

 

Me alegra que digas esto, Maramin, porque esa era la intención, que fuera un poemilla divertido.
Muchas gracias por pasarte, saludos.
Javier

 

Después de mucho documentarme, (sin mirar ningún documento ) he llegado a la conclusión de que este fue el principio de saltar a la pata coja y he querido compartirlo..... jajajaja
Muchas gracias por venir hasta este huerto, Eva.... y a ver si pones orden, que a estos no hay quien los pare y Doña Pata no puede más.
Un enorme abrazo.
Javier

 

Pues no te cortes y ponte a saltar, Isabel, que en este huerto lo hace todo el mundo.
Ya en serio, ¿cuándo sería la última vez que salté a la pata coja?.... madre mía, ¡qué tiempos!
Gracias por dejar tu huella, admirada amiga, un abrazo.
Javier

 

Pues que sepas que lo que ha provocado en mi tu comentario es precisamente eso..... alborozo, diversión y entusiasmo, querida bristy, te lo agradezco muchísimo.
Recibe un enorme abrazo.... y espero que disfrutes de esta excelente semana que ahora comienza.
Javier

 

No va a ser todo coser y cantar, había que darle un poco de suspense.... jajajaja
Como siempre, un placer tu visita, luzyabsenta, gracias y saludos.
Javier

 

Sí, sí, jajaja eso pretendía decirte, que queda usted contratado para el estudio de la evolución de las especies. No hemos visto a un ser tan ocurrente y divertido como usted
No les voy a parar que he visto que lo están removiendo mejor que un arado...también quedan contratados!
Un gusto leerte, Javier.
Abrazo grande,
Eva

 

No me extraña que la pata lo pasará tan bien.
Un poema divertido, con ritmo casi musical. Historia de las que encantan a los peques. Un placer visitar estas letras. Me has hecho pasar un buen rato.
Un abrazo poeta.

 

Jajajaja.... pues que sepas que es todo un honor pasar a formar parte de la EEE, y te prometo que haré todo lo posible para hallar nuevos eslabones perdidos.
En cuanto a los del huerto, les he dado la noticia y ya se han puesto de camino saltando en fila india hacia la delegación..... la van a dejar perdida de tierra según vayan entrando, aviso.
El gusto, y grande, Eva, es mío por tus ocurrencias y cercanía, siempre me alegras el día.
Un gran abrazo.
Javier

Pd: Por cierto, me encanta ver danzando de nuevo a Tobías, Pato Topa, etc... bajo mi criterio pienso que son unos estupendos poemas infantiles.

 

Me alegra que hayas pasado un buen rato, Luis, así al menos puedo devolverte alguno de los muchos que tú me has hecho pasar a mi con tus historias y poemas.
El placer es mío por tu presencia, muchas gracias.
Otro abrazo, poeta.
Javier

 

Muchas gracias por tu visita, José Luis, y por hacerme saber que te ha gustado.
Un abrazo.
Javier

 

Pues sí, Marlene, entre unos y otros consiguieron que Doña pata se olvidara enseguida de su dolencia.
No hay mal que por bien no venga, podría ser la moraleja.
Muchas gracias por pasarte y dejar tan grato comentario.
Un abrazo.
Javier

 

Bueno, justo eso procuro con los poemas infantiles, Alde, que sean sencillos y acogedores.
Por eso me ha gustado tanto el comentario, muchas gracias por dejar tu huella.
Un abrazo.
Javier

 

Seguro pensó en no dejar de cojear.
Un abrazo, Javier.

 

Tal cual, Sergio.... desde entonces, en cuanto se aburre, se pone a dar saltos cojeando a ver si alguno más se anima.
Un abrazo y muchas gracias.
Javier

 

Bonito poema, me ha encantado. Un abrazo con la pluma del alma

 

Muchas gracias por pasarte y comentar, José, un placer..... y te envío un abrazo con el alma en la pluma.
Javier.

 

Qué versos más frescos, muy acorde, en su naturaleza, a nuestro tiempo... Qué forma de dar vida, Javier.
Me llevo una esplendida sonrisa.
Te felicito.
Un abrazo.

 

Qué bien, Alicia, esa era la intención de este poemilla, que quien lo leyera se llevara una sonrisa.
Así que me dejas como unas castañuelas de contento, muchísimas gracias por hacérmelo saber y por tu felicitación.
Un abrazo.
Javier

 

Me ha divertido muchísimo la historia de esta pata coja amigo Javier. Pobre criatura, menos mal que pronto se le paso con tanta diversion. Como el refrán dice "No hay mal que por bien no venga".
Es un poema divertido y musical el que nos has compartido ideal para los chiquitines y para mi niña interior también ja ja ja.
Un gran abrazo colmado de sonrisas.

 

Efectivamente, "no hay mal que por bien no venga" es la moraleja de este poema, no hay que ponerse en lo peor y hay que intentar disfrutar en cualquier condición. Claro que lo fácil es decirlo pero bueno, habrá que intentarlo.
Me alegra mucho que te haya divertido, Laly..... y muchas gracias por tu visita que siempre en un gran placer.
Un abrazo y que no paren nunca esas sonrisas
Javier