Caecum Odium

Cuando el tiempo del odio se termine
volverán las cigüeñas a posar
amplios nidos que ramas disemine
leve viento por entre el campanar.

Ese día en que ya no se asesine
a mujeres por ira, odio y pesar,
la jornada será en que una camine
callejones segura hacia el hogar.

Pero si ese momento ha de venir
no es posible el quedarnos a la espera;

muchos siglos se han de revertir
de maldad o ignorancia duradera
si algún día queremos conseguir
la igualdad que sí sea verdadera.​

 

Un mensaje realmente conmovedor, me atrevo a decir que todos esperamos lo mismo.
Gracias por compartir tan hermosa entrega.
Mis saludos más cordiales.

 

Hermoso poema y ojalá se haga realidad, eso añoramos las mujeres. Un abrazo.

 

Lindo soneto Cirhian, bellas palabras que se agolpan para hablarnos de un mundo en el que el odio ya no exista y se reviertan los siglos de maldad e ignorancia que nos han llevado a él para llegar a la igualdad verdadera, ojalá se consiga poeta, mientras habrá que luchar por ello, un placer pasar por tus letras, gracias por compartirlas, abrazos, Alberto.

 

Gracias, estimada Pao, por tu apreciación y por pasarte a leer y comentar. El día llegará, solo deseo que sea más pronto que tarde.

Un cordial abrazo.

 

Gracias, amiga Luciana, por tus palabras. Se conseguirá, aunque tengamos que pagar el precio y abandonar las políticas de terapia y reinserción por prisiones draconianas como las del Salvador.

Un abrazo.

 

Gracias, compañero Alberto, por tus palabras y por pasarte a leer y comentar.

En efecto, debemos vencer al odio, pero tal vez el odio no pueda morir nunca ni dejar de existir porque es una emoción humana, pero sí creo que es posible el día en que nuestras acciones y decisiones no se vean alentadas ni secuestradas por el odio y podamos volvernos más resilentes contra él y lo supiéramos mejor. Ese día sería para mí el verdadero inicio del fin de los tiempos del odio.

Un abrazo.