Puerta de argenta

Perdido ha en la noPoesía (su única poesía)
y en la violencia de los imposibles.
Un dedo con interna,
palpitante sangre,
apunta al sol cercano
como cíclope;
nervudo monstruo atrapado en la desgracia
de su infelicidad,
dentado asesino tangencial,
cáliz rebosante de cicuta.

Va
con el plasma del astro
directo a llenar una era.
va con cerezas y tripas de guitarra
camino de filosas piedrecitas
cuarzo con accidentes.
Va sobre brillos
a horcajadas, a pelo, a sudor
y veranos del otoño.
Va decididamente muerte
con polvo de almendras.

Todo ha sido alistado
Es hora de afrontar las semillas
de la verdad...

Cruza la puerta de argenta

Y he allí el Verso, realizando su distópico inhacer.

 

Le cuento que amaneció un día apacible, aunque marcado por la misma mediocridad humana de ayer, que inhibe el brillo áureo de la vida. Es increíble que el juego de vivir comporte usar fichas raídas, ¿no le parece?

Gracias por venir a verme. Le abrazo desde aquí.

 

Muy bueno, me ha gustado.

 

@César Guevar Su poesía es siempre maravillosa y también su forma de escribir y muchas veces me pasa que no lo entiendo ... no sea tan exigente. Bueno un abrazo. Hoy hago un asado porqué festejo mi cumpleañitos. Sépalo.

 

Hola, compañera. Muchas gracias. Un saludo desde mi puerta de roble -por ahora...-

 

Así que de cumpleaños... Espero que haya estado bueno el asado, la compañía, el momento. Los ratos de felicidad hay que beberlos bien, apreciándolos hasta la última gota y tratando de no desperdiciar nada, pero usted sabe eso tanto como yo. Le cuento que hace un mes y medio yo me adentré en los 60 junios luego de haber nacido... pero ya tenía nueve meses y hasta un poquitín más, de andanzas dentro del cuerpo de mi buena madre, para el momento en que me hicieron nacer. Estaba tan cómodo dentro de ella que tuvieron que sacarme a regañadientes, partiéndola a ella con cuchillos y arrancándome a mí a viva fuerza de su entraña, pues yo no me quería ir de aquel rincón silencioso, oscuro, de buena música palpitante, de tan cómoda poesía. He venido a parar a lo que en mi país se conoce como el ingreso a la "tercera edad" (aunque no sé qué tiene de tercera, para serle franco).

Lo felicito por haber cumplido una nueva vuelta al sol y por haber emprendido otra con tan buen ánimo... casi puedo oler el asado, jajaja. Enhorabuena, compañero. Un abrazo grande.

Ah, lamento escribir en modo tan petulante a veces. Aquí entre usted y yo, no hallaba cómo describir un suicidio lanzándose -el suicida- desde un puente. Gracias por su sinceridad (es difícil conseguirla) y, sobre todo, por su magnífica recomendación, la cual tomaré muy en cuenta.

Toda la dicha posible para usted en este nuevo año al que está entrando, mi compa.

 

Claro amigo @César Guevar es así. lo simple y la poesía no se llevan bien... lo de exigente es por esto: " Le cuento que amaneció un día apacible, aunque marcado por la misma mediocridad humana de ayer, que inhibe el brillo áureo de la vida. Es increíble que el juego de vivir comporte usar fichas raídas". Y gracias por el regalo musical y la bella respuesta que dejo en esta entrada de este poema del foro de generales. Muy rico el asado por cierto y la compañía. Lo de la tercera edad, eso, no le importa a nadie .

 

Me voy, ahora que es domingo en la mañana, un rato pa´sus versos.

 

hay que pasar la puerta, mi pana.

¿que se halla al atravesarla? la locura, por supuesto, pero muchas otras cosas también. voy a tomar un poco este escrito como tu ars poética, bróder.

buenas letras.

salud a vos.

 

¡Mi ars poética!

Tiempo tengo sin escribir un solo verso. Tal vez madurándolos como en esas enormes tinas (algún nombre han de tener semejantes adefesios) en las que eran (o son, no sé de las tradiciones vitícolas actuales) echadas las uvas para ser pisadas y obtener así el mosto de los futuros vinos. Versos sin pisar y escondidos, incubándose como parásitos en algún sitio ubicado entre la piel y el alma. La piel y el llamado del cosmos.

La puerta? Está ahí. Impertérrita, tentadora como buena puerta en metal de ley. A la distancia de un vuelo, de un trago, de un tiro en medio de la madrugada. Como Aureliano Buendía me mato sin matarme y sin morir... Esperando tener alguna vez el valor de matarme en serio.

Que esté bien, hermano. Gracias por tanto.