Presencia

me estás mirando,
permaneces en la noche como un ramo encendido,
hojas de tus ojos, tallos de tu talle, de tus colores las corolas,
pétalos tras pétalos que arden sin quemarse, ondulan,
se proyectan alrededor sobre las cosas que fosforecen
sus líneas degradadas con inquietud de algo,
expectantes de que los rincones ignotos
se vuelquen sobre el piso con su danza oscura
o de que al fin abras los ojos en alguna parte, aquí,
porque toda esta atmósfera es tu mirada suspendida
como el sol que está siempre, ubicuo, aun en las antípodas
o entre nubes o eclipsado y tu mirada es una redondez
que no se apaga
y nunca duerme
aunque busques tus ojos para cerrarlos de sueño o de muerte,
me estás mirando, ciego de ti todo el tiempo, todo el tiempo
me estás mirando,
me estás mirando,
me estás mirando…

28 de septiembre de 2023​

 

Quizás sabe que puede ejercer el control. Un abrazo, Pedro.

 

Escribes muy bien, Pedro, pero me gustaría que hubieras empezado el poema con mayúscula, creo que el aún sin tilde es un acierto aunque es un asunto muy polémico, son menudencias vistas desde mi perspectiva personal, de todos modos tus versos me han gustado de verás, a ver si puedo leerte de un modo más asiduo, el escrito es precioso, gracias por el regalo, saludos.

 

Ay, ay, ay ¡Qué miedo!
Soñé con esa mirada.
Chanclazo de amor, Pinchelírico.

 

Excelente poema, Pedro. Un lujo la lectura. Abrazos.

 

Muchas gracias, amigo Serio, por detenerte a leer y dejar tu comentario.
Van abrazos al sur.

 

Tanto gusto, Maroc. Agradezco amable tu visita y tu constructivo comentario. Aunque en la redacción actual de poemas suele ser arbitraria, muy apegada a los intereses del autor, aquí prescindí de la mayúscula inicial para dar una idea de circularidad en el texto -comienza y termina con la misma frase- o para sugerir que tal comienzo no existe. A mí me divierten las polémicas por las tildes diacríticas, pero aquí no tuve duda: "aun" va sin tilde porque equivale a "incluso". Las viejas muletillas del cole no pasan de moda, ja, ja.
Saludos cordiales desde México.

 

Pero si siempre sueñas con los ojos chuecos y legañosos de cierto cucaracho de alcantarilla, cuyo nombre omito para que no chilles, ja, ja. ¡Esos ojos sí que dan miedo, pero como eres una #pinchelírica de clóset, te provocan ternura amelcochada y melosa, seguramente.
Abrazos, no chanclazos, mi querida Rominovsky.

 

Gracias, amigo Ramón, por tu amable apreciación de este texto. Qué chingón que haya sido de tu agrado.
Va el abrazo fraterno.

 

Uuuuuf, tan pero tan melosa que, si las hadas sacarinosas me guían, pronto vendré a hacerte compañía por aquí, derrochando babosidad y todas esas cosas que vos sabés.
Chanclazos siempre.

 

Petrificado en el trance... wow... preciosos versos querido amigo...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Intensas letras sin dudar.
Un placer leerte compañero.
Saludos

 

Parece un cuento de terror ja ja ja me dio miedo tanta mirada
Me gusta mucho leerte. Abrazote.

 

Excelente versos.

Feliz semana
Un abrazo.