La suerte estalla

Quisiste crear países en tus labios
y surgieron continentes que contemplo,
arrecifes en tus dedos incendiarios
y tu voz sagrada como un templo.

Haces el amor cuando caminas,
alfabetos cuando cruzas la mirada,
tus manos son un campo de minas
y tus ojos un paseo para un hada.

Te transformas creando un mundo bonito,
te sonríes y la suerte estalla al fin,
me besas y los salmos te recito
y aprendo maniobras cual delfín.

Más allá de la tristeza está el amor
averiguando formas de liberarse,
contigo se me ha ido el temor
que antes no quería escaparse.

Vienes, y no quiero desaparecer,
me marcho y antes de despedirme
he visto el mundo nuevo crecer
en mi corazón, antes de irme.

 

Bonitos serventesios polimétricos, averiguando no necesita diéresis, un placer pasar por tus amorosas letras, saludos cordiales desde Madrid (España).

 

Se me fue la diéresis, gracias. Saludos. Un placer recibirte por acá.