Velas ese tú desangrado del espejo

Velas esa imagen descarnada del espejo.
Velas ese tú desangrado en el reflejo.

Lavas el rostro con manos llenas de estanque.
Recoges suficiente muestra del líquido del tiempo.
Ahogas la expresión que declinada yace y late.
El agua y el rostro brotan del estanque espejado.
Limpias ese rostro, y quieres despabilarte.
Sacudes la incredulidad que desliza la imagen.
La cicatriz es un tatuaje imborrable.
La muerte despinta, chorrea muerte el espejo.

¡Lava ya ese rostro!... ¡Pero por dentro!

©JoséLuisGalarza

 

Las peores heridas son las interiores. Un poema intenso y doloroso. Me gustó y lo disfruté. Un abrazo.

 

Lo que marca más no está sobre sino bajo la piel....


Gran poema de principio a fin...



Se desgrana autenticidad...



Felicidades

 

Agradezco tu lectura y comentario, un abrazo

 

Muy agradecido estimado poeta, saludos

 

Muy bueno, reivindicativo, un asunto de ética y moral en nuestras sociedades, agradables rimas asonantes tipo romance en la estrofa principal y un buen cierre; estupendo.

Muchas gracias por el poema, José, siempre encantado de encontrar tus versos.